El expresidente de una de las subsidiarias de Mitsubishi Materials que manipuló los datos técnicos de algunos productos decidió seguir enviando la mercancía tras descubrirlo para evitar el pago de compensaciones y la quiebra, reveló hoy la matriz.
Hiroaki Murata, presidente de Mitsubishi Cable Industries hasta este mes, fue informado en febrero sobre el falseo, que comenzó en los años 90, pero ordenó seguir con los envíos por temor a que, si informaba, la compañía no podría hacer frente a la sustitución de pedidos, podría ser demandada y quebrar, según reveló un informe.
Los resultados provisionales de la investigación interna sobre los hechos que Mitsubishi Materials está haciendo fueron presentados hoy por el presidente del conglomerado, Akira Takeuchi, quien pidió disculpas «de todo corazón» ante sus clientes y los afectados.
Takeuchi explicó durante la comparecencia en Tokio que el informe final sobre el falseo se presentará a finales de febrero y aseguró que requerirán la ayuda de consultores externos y mejorarán los controles en sus plantas y subsidiarias para evitar recurrencias.
Aparte de Mitsubishi Cable Industries, que omitió inspecciones obligatorias en productos de sellado -usados principalmente para prevenir filtraciones de aceite, agua o aire- y manipuló los datos técnicos de cables magnéticos usados en dispositivos electrónicos, dos filiales más de Mitsubishi Materials cometieron irregularidades.
La subsidiaria Mitsubishi Shindoh falseó los datos de productos de latón, distintas aleaciones y de cobre desde 2001, priorizando el fortalecimiento de un nuevo negocio de componentes para automóviles en lugar de las normas de seguridad, según el informe provisional.
Tres directivos de la filial renunciarán a su puesto el 31 de diciembre para tomar responsabilidad por el caso, mientras que su presidente y vicepresidente devolverán parte de su sueldo.
El falseo dentro de Mitsubishi Materials forma parte de una serie de escándalos destapados en los últimos meses, como el de Kobe Steel, que han dañado la credibilidad de las empresas niponas. (EFE)
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