El Ministerio de Transportes de Japón inspeccionó hoy la sede central de Nissan Motor para verificar si las medidas adoptadas por la compañía para evitar que trabajadores no autorizados revisen sus vehículos se están llevando a cabo de manera correcta, informó la agencia Kyodo.
En noviembre, el ministerio inspeccionó plantas del fabricante automovilístico, al que instó a seguir estrictamente las normas.
A través de un comunicado, Nissan se comprometió a cooperar plenamente con el ministerio.
El mes pasado, Nissan informó al ministerio de que modificará su método de inspección y colocará una puerta de seguridad para crear un espacio exclusivo de revisión de coches en el que solo inspectores autorizados podrán ingresar. Además, el fabricante cuenta ahora con más inspectores certificados.
Por otro lado, cada semana se lleva a cabo una auditoría externa en la compañía.
Tras el escándalo, Nissan debió llamar a revisión a 1,2 millones de vehículos en Japón.
Sin embargo, la compañía nipona no corrigió de inmediato la irregularidad, pues se descubrió que las inspecciones realizadas por personal no cualificado continuaban en la mayoría de sus plantas. Por ello, en octubre Nissan fue forzado a suspender la producción de sus seis fábricas en Japón. (International Press)
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