El Gobierno japonés aprobó hoy un presupuesto récord para el ejercicio fiscal 2018 de 97,71 billones de yenes (727.714 millones de euros/862.189 millones de dólares), con aumentos destacados en las partidas para Defensa y para el sistema de pensiones.
El borrador de presupuesto para el próximo ejercicio, que comenzará en abril de 2018, recibió hoy el visto bueno del Gabinete del Ejecutivo, aunque aún debe ser refrendado por el Parlamento nipón, según anunció hoy en rueda de prensa el ministro portavoz del Gobierno, Yoshihide Suga.
Se trata del sexto incremento y récord consecutivo para las cuentas del Estado nipón, impulsado de nuevo por un aumento del gasto en Defensa de 5,19 billones de yenes (38.652 millones de euros/45.792 millones de dólares) y de 32,97 billones (245.627 millones de euros/290.899 millones de dólares) para el sistema nacional de pensiones.
En el caso de Defensa, el aumento supone un incremento del 1,3 por ciento anual y se enmarca en los esfuerzos que defiende el primer ministro japonés, Shinzo Abe, para incrementar las capacidades armamentísticas nacionales frente a la amenaza de Corea del Norte y al auge militar de China en el Pacífico.
La partida para el Ministerio de Defensa incluye 730 millones de yenes (5,6 millones de euros/6,4 millones de dólares) para instalar un nuevo sistema terrestre antimisiles Aegis de fabricación estadounidense, que se sumará a otros dispositivos interceptores instalados en territorio japonés y en sus navíos.
También se adquirirán otras piezas de equipamiento específicamente destinadas a detectar e interceptar posibles misiles lanzados a gran altura y que puedan impactar en territorio nipón, después de que Corea del Norte probara múltiples proyectiles balísticos este año, entre ellos dos que sobrevolaron el norte del archipiélago japonés.
La mayor partida presupuestaria, no obstante, corresponde a las cuentas generales, y en las que pesa sobre todo el gasto en seguridad social destinado a las pensiones y la cobertura médica de una población cada vez más envejecida.
El Gobierno japonés pretende cubrir los costes crecientes de este sistema -cada año se incrementa en unos 500.000 millones de yenes (3.274 millones de euros/4.400 millones de dólares)- con la mayor recaudación fiscal prevista para este ejercicio.
A partir del crecimiento de la economía nipona durante este año, estimado en el 1,8 por ciento por el Gobierno, se espera que las arcas japonesas recauden unos 59,08 billones de yenes (439.920 millones de euros/521.317 millones de dólares), un 2,4 por ciento más que el ejercicio anterior.
Para cubrir el resto de la financiación que necesitará, el Estado planea emitir bonos de deuda por valor de 33,69 billones de yenes (250.880 millones de euros/297.265 millones de dólares), un 2 por ciento interanual menos.
Japón, uno de los países desarrollados con mayor endeudamiento público, ha logrado reducir su dependencia de la deuda desde el 35,3 por ciento del ejercicio 2017 hasta el 34,5 por ciento del próximo año.
Abe se había fijado el objetivo de alcanzar un superávit en las cuentas públicas para 2020, aunque este año descartó esta meta tras decidir incrementar el gasto estatal en cuidado infantil y educación dentro de un paquete de nuevas medidas sociales y de estímulo económico. (EFE)
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