El hombre era gerente de la concesionaria Honda Cars Chiba. Un día, recibió una orden: el personal a su cargo tenía que hacer menos zangyo (horas extras).
El gerente, para compensar la reducción del trabajo de sus subordinados, decidió hacerlo él mismo. Entre enero y junio de 2015, llegó a realizar hasta 87 horas extras al mes.
Además de todo lo que hacía en la concesionaria, también trabajaba en su casa.
El exceso de trabajo comenzó a pasarle factura. En junio se apartó de la concesionaria durante dos meses. Cuando retornó, fue diagnosticado con una depresión inducida por el estrés.
En agosto fue despedido.
En septiembre de 2016, el hombre interpuso una demanda contra la empresa en el Tribunal de Distrito de Chiba. El exgerente dijo entonces que como se había sentido muy mal porque no había sabido cómo compensar la disminución de las horas extras de sus empleados, decidió trabajar también en su casa.
El hombre se suicidó en diciembre de 2016. Tenía 48 años.
Las autoridades laborales de Chiba reconocieron oficialmente que su muerte estuvo relacionada con su trabajo en la concesionaria, informó Mainichi Shimbun.
La compañía declinó pronunciarse sobre el caso debido a que aún está en litigio. (International Press)
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