630.056 ambulancias que fueron enviadas para recoger a personas en Japón en 2015 retornaron sin pacientes, representando 10,4 % de todas las llamadas, según la Agencia de Gestión de Incendios y Desastres, informó Yomiuri Shimbun.
El aumento con respecto a 2006 fue de un 40 %.
¿Por qué? Fueron varias las razones. Hubo gente que quería ir a un hospital, y cuya situación no era de gravedad, y llamó a una ambulancia de vez de tomar un taxi. También hubo llamadas de bromistas y casos en los cuales la persona en situación crítica ya había fallecido cuando llegó el vehículo o gente cuyo estado no era tan grave como para solicitar una ambulancia.
Hubo llamadas de ancianos que no sabían a qué hospital ir, o casos de personas de edad avanzada que se negaron a ser transportadas en una ambulancia solicitada por un pariente.
Asimismo, hubo llamadas para personas que no estaban enfermas, sino que habían bebido en exceso.
El gran problema que esto origina es que se pierden ambulancias que podrían transportar a personas que realmente las necesitan.
El cuerpo de bomberos de Tokio, el ente que despacha el mayor número de ambulancias en Japón, registró unos 90.000 casos de dicho tipo en 2016, un 12 % del total.
A medida que Japón envejece, los pedidos de ambulancias suben. Todos los años. El número total de llamadas subió un 20 % en 2015 con respecto a 2006.
Otro problema es que el tiempo promedio que tardan estos vehículos en llegar ha aumentado: en 2015 fue de 8,6 minutos, dos minutos más que hace 10 años.
La agencia prevé tomar medidas para unificar criterios en las diferentes jurisdicciones locales con respecto al uso de la ambulancia. (International Press)
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