La investigación de la desaparición de una mujer condujo al descubrimiento del apato (departamento) de Takahiro Shiraishi en la ciudad de Zama, prefectura de Kanagawa, y los restos de las nueve personas que asesinó y descuartizó.
Los policías que investigaban el caso no imaginaron el horror que encontrarían después: cabezas y otros restos humanos de ocho mujeres y un hombre. Y es probable que si no hubieran descubierto su apato, el número de víctimas habría sido mayor.
La policía continúa investigado a Shiraishi y ha encontrado evidencia de que el hombre tenía contacto con una docena de mujeres (además de las que asesinó) a través de las redes sociales, informó la NHK.
Los mensajes eran similares a los que envió a las víctimas: ofrecimiento de “ayuda” para suicidarse, información sobre métodos de suicidio e invitaciones a su apato.
Shiraishi estaba pendiente de las mujeres que expresaban pensamientos o inclinaciones suicidas en Twitter para contactarse con ellas.
Por todo ello, la policía sostiene que el hombre tenía planeado atacar a más gente de las nueve que asesinó. (International Press)
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