El 5 % de la población carcelaria en Japón es extranjera. Son más de 3.000, según cifras de fines del año pasado del Ministerio de Justicia de Japón. Y se espera que su número crezca en los próximos años.
La barrera del idioma dificulta su rehabilitación o que tengan acceso a una mejor atención médica, entre otras cosas.
Hay intérpretes que son enviados a las prisiones o centros de detención donde un extranjero los necesite, pero su número es limitado, motivo por el cual es difícil que la atención llegue de manera oportuna.
Eso puede cambiar. Para bien.
Desde este mes, revela la NHK, los reclusos que no dominan el idioma japonés tienen acceso a mejores servicios de interpretación gracias a un nuevo sistema.
El sistema conecta a intérpretes con alrededor de 120 centros de detención en todo Japón. Así las cosas, los presos que necesitan explicaciones o ayuda sobre determinado tema pueden hablar con ellos a través de videollamadas.
Un funcionario de la prisión de Yokohama subrayó en declaraciones a la NHK que es necesario superar la barrera del idioma para garantizar la rehabilitación efectiva de los reclusos extranjeros. (International Press)
Be the first to comment