El gobernador de Okinawa, Takeshi Onaga, presentó una firme protesta ante el jefe de las fuerzas militares estadounidenses en la prefectura por el accidente automovilístico que causó un soldado ebrio y que le costó la vida a un japonés, informó la NHK.
Onaga, que se reunió con el teniente general Lawrence Nicholson, calificó el accidente como extremadamente violento e hizo hincapié en que fue provocado por un marine fuera de servicio conduciendo un vehículo oficial.
El gobernador expresó su indignación por el hecho de que nuevamente se haya producido un incidente que involucra a soldados estadounidenses y la pérdida de una valiosa vida humana.
Onaga demandó la cooperación total del ejército de EEUU con las autoridades niponas para investigar el caso y exigió medidas para evitar que hechos como el que enlutó un hogar en Okinawa se repitan.
Por su parte, Nicholson ofreció sus condolencias y disculpas (se inclinó profundamente para hacerlo) a la víctima y a su familia en nombre de todos los militares y civiles estadounidenses.
Nicholson dijo que lo ocurrido es inexcusable y que entiende la ira y la frustración de la gente de Okinawa.
Asimismo, aseguró que redoblará los esfuerzos para asegurarse de que los 50.000 estadounidenses en Okinawa entiendan que accidentes como el ocurrido no serán tolerados.
El soldado que causó el accidente el domingo en la ciudad de Naha conducía un camión militar que chocó contra una camioneta manejada por un hombre de 61 años. Su nivel de alcohol triplicaba el límite legal permitido. (International Press)
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