Por María Lisseth Morales*
Empecé a ser su fan el Año Nuevo de 2006 cuando me preparaba para ir a la casa de mis familiares en Perú. De casualidad vi el programa musical anual más grande de Japón: NHK kohaku ta gassen. En esa época no sabía japonés y lo único que pude retener fue el nombre de Wada Akiko.
Me llamó la atención su potente voz y la capacidad de transmitir emociones al público, además de su aspecto: cabello cortito y estatura (174cm). Días después empecé con la búsqueda de sus canciones en la web y poco a poco fui descubriendo su estilo y su evolución.
Fue ella quien influyó en mi descubrimiento de la magnitud de la música japonesa. Comencé a ver los programas de la NHK a través del cable y a interesarme por el enka, el kayokyoku, los idol y el J-pop.
Once años después de haberla visto por primera vez en TV, las circunstancias de la vida hicieron que mi estancia en Japón me permitieran estar, en cuerpo y espíritu, en el primer concierto de la gira que Wada Akiko realiza para celebrar sus 50 años de vida artística.
El show se realizó en el Katsushika Symphony Hall, en Tokio, el pasado 25 de octubre y empezó con imágenes retrospectivas de su carrera que incluyeron videos de sus presentaciones y carátulas de sus discos con un background musical de sus canciones más populares con un toque moderno.
Cuando el reloj del tiempo llegó a 1968, “Akko” (como la suelen llamar) apareció en lo alto del escenario con un espectacular vestido dorado, bajó las escaleras y empezó a cantar “Hoshizora no kodoku”, el tema con el debutó a los 18 años de edad.
No pude evitar emocionarme y solté muchas lágrimas. No podía creer que la tenía frente a mi por primera vez y relativamente cerca (1° piso fila 9), mientras una pantalla la mostraba en un vídeo de la época cantando el mismo tema.
Luego siguió ofreciendo de manera progresiva sus grandes éxitos: “Waratte yurushite”, “Doushaburi ame no naka de”, etc.
En un giro de ritmo del concierto, Akko comentó que había visto la edición anual del Grammy e inspirada en ello interpretó temas como “Rolling in the deep” (Adele), “Strangers in the night” (Frank Sinatra) y “Up town funk“ (Bruno Mars).
Bromeó con los fans, en su mayoría contemporáneos suyos y adultos mayores, sobre el conocimiento que tiene de estos cantantes. A sus 67 años Akko se encuentra estudiando inglés porque proyecta lanzar un álbum de covers con temas ganadores de Grammy.
Retomando el curso, interpretó los temas de la segunda mitad de su carrera y mostró pasajes de la celebración de su 30° Aniversario, cuando tuvo como invitado a su admirado Ray Charles, y de su 40° Aniversario en el mítico teatro “Apollo” de Nueva York.
Cuando, casi al final, cantó su afamado “Ano Kane wo narasu no wa anata”, no pude contener las lágrimas, en parte por el poder de seducción que tiene esa canción, pero en mi caso por el significado que esta cantante nacida en Osaka ha tenido en mi relación con este maravilloso país y su música.
Akko cerró el concierto con el tema “Ima anata ni utaitai” en el que muestra la fuerza de su voz y su gran carácter. Es estremecedor cuando en los coros no utiliza el micrófono y canta a capella.
Durante el show realizó un agradecimiento especial al compositor Aku Yuu, quien escribió su éxito “Ano kane wo narasu no wa anata”, y recibió el saludo de famosísimos amigos artistas como Kayama Yuzo, a quien cariñosamente llama “Oniichan”, y del cantaautor Sada Masashi.
Con los mensajes, Akko también recibió arreglos florales de HIRO (Productor de Exile,) D-LITE (grupo BIG BANG), del grupo TUBE y de parte de varios programas de TV, incluso del talk show “Akko no omakase”, que protagoniza en la cadena TBS desde 1985.
A los 67 años de edad ha tenido 39 apariciones en el “NHK Kohaku Uta gassen” y por la fuerte personalidad que posee se ha ganado el sobrenombre de “God nechan”, una traducción podría ser “la madrina”.
¿Qué será de su futuro tras 50 años sobre los escenarios? Ella ha expresado su deseo de seguir cantando hasta que “tenga voz”, y tal como la hemos escuchado tiene cuerda para rato.
Su próximo concierto será en 27 noviembre en el NHK Hall. (Colaboración para International Press)
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