El Gobierno argentino y la embajada japonesa en Buenos Aires presentaron un proyecto de desarrollo para pymes industriales de la nación suramericana, a través de mejoras técnicas, que contará con el apoyo de expertos y una inversión de seis millones de dólares por parte del país asiático.
La iniciativa se basa en el exitoso y peculiar modelo de gestión empresarial japonés conocido como «kaizen», por lo que se bautizó el proyecto, desarrollado por la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA, por sus siglas en inglés) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), del Ministerio de Producción argentino, como Kaizen-Tango.
El método se aplicará a 100 pequeñas y medianas empresas argentinas, con asistencia técnica en planta de expertos, capacitación y formación de empleados, sistemas de monitoreo y seminarios de difusión y actualización, entre otras acciones, con el fin de «mejorar la productividad y la competitividad del sector industrial» argentino.
En la presentación del proyecto, la vicepresidenta argentina, Gabriela Michetti, habló de Japón como «el gran socio que ayudó a Argentina en lo que más necesita, la competitividad», y valoró que los contactos diplomáticos entre ambas naciones se han traducido en «resultados concretos»
Además, se mostró confiada en que las capacidades que creará el programa se expandirán más allá de las 100 empresas a las que pretende llegar, de las cuales quince ya han sido seleccionadas.
El embajador japonés, Noriteru Fukushima, calificó de «muy ambicioso» el proyecto, y destacó que es el mayor de este tipo que Japón ha llevado a cabo en Latinoamérica.
Por su parte, el secretario de Relaciones Exteriores argentino, Daniel Raimondi, tildó de «histórico» el nivel actual de las relaciones entre los países.
El funcionario aseguró que la cooperación japonesa «ha significado un aporte de gran calidad para el desarrollo argentino», gracias al cual numerosos organismos del país han mejorado sus prácticas e incorporado tecnología nipona.
El programa, oficialmente nombrado Proyecto Red de Asistencia Técnica para Oportunidades Globales, ha sido dotado por Japón con un presupuesto de seis millones de dólares, y forma parte de los acuerdos de cooperación que los Gobiernos argentino y japonés firmaron recientemente.
El concepto de «kaizen», que puede traducirse como «mejora continua», nació en la década de 1950 en un Japón de posguerra en grave crisis económica, de la que se levantó gracias a una nueva cultura de gestión, labrada en sus inicios con la ayuda de expertos estadounidenses, pero consolidada luego con un perfil propio nipón y que, en las últimas décadas, ha ganado terreno en los países occidentales.
Clasificación, orden, limpieza, estandarización y mantenimiento de la disciplina son cinco pilares de este modelo que, según los japoneses, impulsaron un cambio radical en su economía y pueden también marcar la diferencia en otros países. (EFE)
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