El colibrí de las Líneas de Nazca es una figura universal. En la prefectura de Yamagata, un hombre de 43 años ha creado una réplica sobre un campo de taro (planta tropical).
El objetivo de su creador, Takuya Sato, es promover el taro y cambiar la imagen de la agricultura, revela Asahi Shimbun.
El colibrí simboliza su deseo de que el taro, ingrediente indispensable en un plato típico de Yamagata (“imo-ni”), “vuele hacia el resto del mundo”.
Sato aspira con su colibrí a transformar la imagen de la agricultura como una actividad dura, penosa y de bajos ingresos, para que sea vista como algo entretenido.
Los contornos de su figura de 80 metros de longitud están cubiertos por hojas que alcanzan la altura promedio de un humano. Le tomó dos semanas realizar los surcos con la forma del colibrí en su campo.
Masato Sakai, profesor de la Universidad de Yamagata y estudioso de las líneas de Nazca, observó in situ su obra.
“A veces se dice que las Líneas de Nazca son tan grandes que no se puede decir lo que representan a menos que las veas desde arriba, pero eso es un malentendido porque físicamente te darás cuenta de lo que son cuando estés allí”, explica a Asahi.
«Se cree que las líneas de Nazca se utilizaban para asegurar la unidad y la solidaridad de los grupos. Espero que el campo de taro con forma de uno de los geoglifos sirva como lugar de interacción entre los agricultores y otros ciudadanos», concluye.
Sato tiene una larga experiencia en el negocio del taro. Desde 2008 prescinde de los insecticidas en sus cultivos debido a la demanda de productos orgánicos. (International Press)
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