El primer avión chárter japonés aterrizó hoy en las islas Kuriles, cuya soberanía enfrenta a Rusia y Japón desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, en el marco de un acuerdo entre ambos Gobiernos.
«Un avión Bombardier despegó del aeropuerto de la prefectura de Hokkaido. Trasladó a 68 ciudadanos extranjeros a las islas de Kunashir e Iturup», informó la página web del Gobierno de la región de Sajalín.
La delegación japonesa, que pudo viajar a territorio ruso sin necesidad de visado, incluía a personas que residieron en el pasado en el archipiélago y también a sus hijos y nietos, representantes de la Cancillería nipona, intérpretes y personal médico.
Los visitantes, que provienen de diez prefecturas japonesas, se proponen visitar los cementerios donde yacen enterrados sus antepasados y asistir a una misa de difuntos.
El viaje tuvo que ser aplazado en dos ocasiones esta semana debido a la densa niebla que cubría la zona, un importante caladero de pesca.
Hasta ahora los japoneses que querían visitar su antiguo hogar, debían hacerlo por mar entre mayo y octubre, posibilidad que han aprovechado más de 21.000 personas desde 1991.
Estos vuelos directos en aviones chárter fueron acordados en abril por el presidente ruso, Vladímir Putin, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe.
«Esperamos que estos permita crear una atmósfera de confianza y cooperación entre nuestros países», destacó entonces el líder ruso.
Putin y Abe acordaron en diciembre pasado desarrollar actividades económicas conjuntas en las áreas de pesca, turismo, sanidad y medio ambiente en las Kuriles del Sur, conocidas como Territorios del Norte en Japón.
Rusia propuso hace varios años la explotación conjunta de los recursos del archipiélago, cuyas reservas en materias primas podrían valer unos 45.000 millones de dólares, pero hasta hace poco Tokio había rechazado tal posibilidad.
Putin, quien nunca ha visitado las Kuriles, ha calificado de «incuestionable» la soberanía rusa sobre esas islas, aunque también se ha mostrado «dispuesto» a alcanzar «una solución negociada que satisfaga a los pueblos y gobiernos de ambos países».
Ambas partes confían en que estos primeros pasos de acercamiento en las Kuriles permitan en un futuro firmar el acuerdo de paz, pendiente desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), lo que impide la normalización de las relaciones. EFE
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