El peruano Fernando Tokuda Ballero (35) ha dicho que la policía japonesa que comunicó la muerte de la niña a su madre, una brasileña de 26 años, el mismo día que la halló inerte en el piso de su apartamento en Yokkaichi, Mie.
Tokuda manifestó en el interrogatorio que el 18 de agosto castigó a la niña, de solo seis años, con golpes de puño y patadas “para disciplinarla” porque no estaba estudiando y que dos días después, el 20 de agosto, visitó a su pareja, que está internada en un hospital, para contarle que algo grave había sucedido.
“Le dije que su hija no se movía, que estaba muerta y que no quería ir a la cárcel. Yo quería morir”, confesó Tokuda a la brasileña, según una versión policial que hoy fue revelada por la TV japonesa.
El peruano ha declarado a la policía que estaba pensando en “suicidarme o escapar en otro vehículo” el día que fue intervenido por la policía.
El 29 de agosto por mañana, día de su detención, Tokuda, introdujo el cuerpo de la pequeña dentro de una caja térmica que selló con pegamento y cinta adhesiva. La caja la puso en el asiento trasero de una camioneta azul que cuadró en el estacionamiento del edificio de 2 plantas donde vivía.
La policía conoció el caso por aviso de la madre brasileña, quien esperó nueve días para denunciar a su conviviente.
Según dijo la prensa japonesa, la pareja se conoció en noviembre del año pasado y empezaron a vivir juntos, incluida la niña el 20 de julio, justo cuando fue internada por una complicación con su embarazo.
Hasta ahora, el peruano se encuentra detenido por abandono de cadáver, mientras es investigado bajo la sospecha de homicidio culposo. La autopsia del cuerpo de la pequeña ha sido contundente: se han hallado varios hematomas en la cabeza y la cintura además de una hemorragia subcutánea en el rostro. La pequeña falleció a causa de un shock traumático producto de los golpes. (International Press)
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