Pepper, el popular robot del gigante de las telecomunicaciones SoftBank, tiene ahora una nueva ocupación: sacerdote budista para funerales.
La máquina es capaz de recitar sutras (con su computarizada voz) mientras golpea un tambor, revela Reuters.
Debido al envejecimiento y reducción de la población en Japón, muchos sacerdotes budistas ya no reciben tanto apoyo financiero de sus comunidades como antes, lo que los empuja a realizar trabajos a medio tiempo al margen de sus deberes en el templo.
La idea es que Pepper no compita con un sacerdote humano, sino que intervenga cuando no haya uno disponible.
Sin embargo, la gran diferencia de precios podría animar a muchos a elegir al robot, pues su costo por funeral es inferior a 50.000 yenes (casi 460 dólares), mientras que uno con un sacerdote humano cuesta más de 240.000 yenes (2.200 dólares).
Aunque sea mucho más barato, hay algo que no poseen los robots y que hizo notar un sacerdote budista que asistió a una exhibición de Pepper en Tokio: “El corazón es el fundamento de la religión”.
Pepper, según Reuters, aún no ha sido contratado para un funeral. (International Press)
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