El expresidente peruano Alan García declara hoy, en privado, ante un equipo especial de fiscales en la investigación que se sigue por presunta corrupción en la construcción de la Línea 1 del Metro de Lima, vinculada al caso Odebrecht en Perú.
El exgobernante ingresó hacia las 08.00 horas (13.00 GMT) a la sede del Ministerio Público, en el centro histórico de Lima, sin declarar a los periodistas.
«»Hola juventud, no hay que hablar antes, hablamos después», comentó sonriente al llegar al lugar.
El Ministerio Público confirmó el lunes que hoy tomaría la declaración del exmandatario como parte del derecho a la defensa de García y «a pedido del investigado», por lo que el interrogatorio «será exclusivamente sobre sus descargos» en el caso.
Agregó, sin embargo, que la Fiscalía «se reserva el derecho de ampliar el interrogatorio en su debida oportunidad con mayores elementos acopiados».
El mandatario confirmó, horas después, su asistencia a la citación fiscal tras señalar que lo haría de acuerdo a su compromiso «de colaborar con las investigaciones».
«A otros presidentes compraron. A mí no», remarcó en un mensaje en su cuenta en la red social Twitter.
En el caso de la Línea 1 del Metro de Lima, que García comenzó en su primera gestión (1985-1990) y se terminó en su segunda gestión (2006-2011) el exmandatario, quien niega estar implicado en cualquier acto de corrupción, es investigado de manera preliminar por la Fiscalía.
En Perú, la Fiscalía investiga los sobornos entregados por Odebrecht por 29 millones de dólares en un periodo que comprende el Gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006), el segundo Gobierno de García (2006-2011) y el de Ollanta Humala (2011-2016).
Dentro del mandato de García, la Fiscalía investiga los pagos ilegales entregados por Odebrecht para adjudicarse la construcción de la Línea 1 del Metro de Lima, por lo que se encuentran detenidos el exviceministro de Comunicaciones Jorge Cuba y varios miembros del comité de licitación de la obra.
García ya declaró en febrero como testigo ante la Fiscalía sobre el contrato del Gasoducto Sur Peruano, adjudicado a un consorcio integrado por Odebrecht, en el que defendió su inocencia, y en anteriores intervenciones llamó «ratas» a los funcionarios de su Gobierno que recibieron sobornos. EFE
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