El primer ministro nipón, Shinzo Abe, afirmó hoy que su partido debe tomarse las críticas «con seriedad» y «reflexionar profundamente» tras la histórica derrota que ha sufrido en los comicios regionales de Tokio, donde ha perdido la mayoría.
El nuevo partido formado por la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, arrasó en las elecciones a la Asamblea metropolitana de la capital celebradas en la víspera, al conseguir 49 escaños de los 127, mientras que el conservador Partido Liberal Demócrata (PLD) de Abe perdió 35 escaños respecto a 2013 y se quedó con 23.
Se trata de la mayor sangría de escaños que ha padecido el PLD en los comicios a la asamblea tokiota, lo que ha causado la dimisión del cabeza de lista del partido, Hakubun Shimomura.
«Casi han pasado cinco años desde el comienzo de esta administración, y ha habido duras críticas sobre que el Gobierno quizás se ha relajado en su labor», dijo hoy Abe en alusión a su llegada al poder a finales de 2012.
El líder conservador llamó a su partido a «tomarse esas críticas con seriedad» y a «hacer esfuerzos para recuperar la confianza de los ciudadanos», en declaraciones recogidas por la agencia nipona Kyodo.
Las elecciones regionales de la metrópolis nipona son consideradas un barómetro de la política nacional, por lo que la irrupción avasalladora de Koike supone una amenaza para la hegemonía con la que ostenta el partido de Abe en el parlamento nipón.
La formación de Koike, Tomin First (Tokiotas Primero) se estrenaba en estos comicios después de que la exministra del PLD lograra también una victoria aplastante hace un año en las elecciones al cargo de gobernador.
El Tomin First dominará la asamblea tokiota en coalición con el budista Komeito, que se presentaba en alianza con la gobernadora y obtuvo 23 de los 127 escaños.
Koike, de 64 años y primera mujer en ostentar este cargo, se desvinculó del PLD- al que perteneció la mayor parte de su extensa carrera política -para presentarse como independiente a gobernadora de Tokio, y aunque ella aún no lo ha confirmado, se espera que su siguiente movimiento sea dar el salto a la política nacional.
El respaldo popular a Abe y su partido se ha resentido en los últimos meses debido a un nuevo escándalo de amiguismo y a la aprobación de la polémica ley anticonspiración, factores que han influido en estas elecciones regionales donde la participación ascendió al 51,28 por ciento, casi 10 puntos más que en 2013, según los datos oficiales. (EFE)
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