«Nuestra comunidad no está concentrada geográficamente», dice Marco Farani, cónsul general de Brasil en Tokio.
Por otro lado, la mayoría de brasileños en Japón ganan por hora. Perder horas de trabajo en un día de semana para ir, por ejemplo, a un banco a realizar operaciones, los perjudica.
Así las cosas, si ellos no pueden ir al banco, entonces el banco va a ellos. Eso es lo que hace el Banco do Brasil, resalta Reuters.
Las camionetas pintadas de azul y amarillo del banco recorren Japón y se estacionan cerca de los negocios brasileños para ofrecer sus servicios.
Una de sus usuarias, una brasileña de 30 años que trabaja en una fábrica en la ciudad de Oizumi, prefectura de Gunma, declara a Reuters que se beneficia del servicio porque puede realizar operaciones bancarias y sus compras, ambas cosas juntas, en su día libre.
Además, a los brasileños que ya tienen cuentas en el banco les resulta más fácil y a menudo más barato enviar dinero a su país que abrir una nueva cuenta en un banco japonés o remesar mediante un servicio en línea.
Durante décadas camionetas como las del Banco do Brasil han recorrido Japón para comercializar productos brasileños (alimentos, revistas, etc.) entre la comunidad.
Lilian Terumi Hatano, profesora de sociología en la Universidad Kindai e hija de inmigrantes japoneses en Brasil, afirma que «es muy importante que la comunidad tenga un fácil acceso a este tipo de servicio, especialmente los fines de semana o días festivos».
Por su parte, el cónsul de Brasil destaca que este tipo de servicios itinerantes «son una forma eficaz y práctica de llegar a la comunidad brasileña en Japón».
Se estima que unos 200.000 brasileños viven en Japón. Tras el pico de más de 313.000 alcanzado en 2007, su número bajó drásticamente tras la crisis financiera global que estalló en 2008.
Sin embargo, últimamente está subiendo el número de brasileños que migran a Japón en medio de una escasez de trabajadores en el país asiático. Y si el gobierno nipón, que otorga visados especiales a los nipobrasileños hasta la tercera generación autoriza que se extiendan hasta la cuarta, la comunidad brasileña en Japón podría seguir creciendo. (International Press)
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