María Roldán / EFE
Una empresa nipona ha desarrollado el primer dron esférico del mundo capaz de reproducir imágenes al vuelo, un aparato que podría emplearse en espectáculos, eventos deportivos o incluso para ayudar a la población en catástrofes naturales.
Este dispositivo, concebido por la compañía de telecomunicaciones Docomo y que prevé comercializarse en los próximos dos años, viene a sumar una nueva aplicación práctica de los drones, que ya se emplean en campos tan diversos como el militar, el transporte y la logística, la construcción o las energías renovables.
El nuevo dron, que puede ser controlado de forma remota, podría ser empleado en concreto en eventos lúdicos como citas deportivas o conciertos, e incluso como guía en situaciones de emergencia, explica a Efe el responsable del proyecto, el japonés Wataru Yamada.
El dispositivo, de un diámetro máximo de 88 centímetros, consiste en un pequeño dron de cinco hélices instalado en el centro de una estructura esférica constituida por ochos varillas curvas LED que al girar a gran velocidad sobre un eje horizontal forman las imágenes y crean el efecto de una esfera sólida.
El proyecto nació hace dos años como un reto personal de Yamada, quien siempre estuvo interesado en desarrollar una tecnología «capaz de poner imágenes en el aire, pero no como las que la gente ve a través de dispositivos móviles o ponibles, sino directamente», explica el investigador con entusiasmo junto al aparato.
Ante las dificultades para llevar a cabo la tarea en solitario, el desarrollador propuso al gigante nipón continuar auspiciado por ellos. Un año después, su trabajo en el centro de investigación y desarrollo que la compañía tiene en la ciudad de Yokosuka (unos 70 kilómetros al sur de Tokio) ha dado frutos con un dispositivo que puede elevarse hasta 100 metros en el aire.
Equipar un dron con una pantalla esférica había sido una tarea complicada hasta ahora por la interferencia de la pantalla con el flujo de aire de las hélices, así como el peso añadido.
Para solventar estos problemas, el equipo liderado por Yamada utilizó una pantalla en gran parte hueca, con la excepción de las varillas LED, de tal forma que el aire fluye a través de ella mientras logra crear la ilusión de una pantalla sólida gracias a la imagen residual de las luces que giran rápidamente.
Al descartar el uso de una pantalla completa se aligeró también el peso del dispositivo, actualmente de 3,4 kilogramos.
Docomo aspira a comercializar este dron esférico en el ejercicio fiscal nipón de 2018 (que se prolongará desde marzo de ese año hasta el mismo mes de 2019) para su uso en evento lúdicos.
«Estamos pensando en usarlo en escenarios de teatro, durante el descanso de las actuaciones, y también podría servir para mostrar publicidad durante el descanso o tras el final de eventos deportivos como partidos de fútbol o de béisbol», explica Yamada.
A pesar de que su uso en la industria del entretenimiento y la publicidad son los primeros esbozados, el equipo quiere llevar el desarrollo más allá y darle un ámbito social.
«Estamos trabajando para que este dron pueda emplearse más adelante para orientar a la gente en caso de emergencia», explica el japonés, que apunta que el aparato podría indicar a los ciudadanos dónde refugiarse u aportar otra información en caso de catástrofes naturales.
Fenómenos como los terremotos, las erupciones volcánicas y los tifones son comunes en el archipiélago japonés, que se asienta sobre una de las zonas sísmicas más activas del mundo, el Anillo de Fuego del Pacífico, y que tiene 110 volcanes activos en su territorio.
El país asiático ha realizado una firme apuesta por el sector de los drones, como refleja su presencia en ferias tecnológicas o la legislación específica adoptada en 2015, que incluye disposiciones de seguridad sobre el uso de estos aparatos y especifica dónde se pueden operar.
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