Comer solo puede ser triste para mucha gente. ¿Una solución (o un paliativo) para neutralizar esa fea sensación? Un espejo.
Un estudio de un equipo de científicos de la Universidad de Nagoya descubrió que los alimentos tienen mejor sabor si se consumen delante de un espejo, revela Mainichi Shimbun.
Los investigadores realizaron un experimento con 16 ancianos de 65 a 74 años y 16 estudiantes universitarios de 20 a 23 años. A todos se les pidió que comieran popcorn salado y dulce durante noventa segundos, solos y en una pequeña habitación, con un espejo al frente y sin él.
Además, se les pidió que le dieran un puntaje al sabor de las palomitas de maíz en cada ocasión (con espejo y sin él).
Ambos grupos (jóvenes y mayores) le otorgaron más puntaje al popcorn (de ambos sabores) que consumieron frente al espejo. No solo eso, además comieron entre 5 y 13 % más con el espejo que sin él.
Los científicos que llevaron a cabo las pruebas explican a Mainichi que la gente come mejor en compañía que sola, y que ese fenómeno se denomina «facilitación social». Come mejor y en mayor cantidad.
Estos expertos sostienen que su experimento demuestra que la facilitación social también puede producirse cuando una persona come mirándose en un espejo.
Los estudios continuarán. El equipo desea averiguar si el mismo efecto beneficioso se puede lograr en diferentes entornos (como hospitales, por ejemplo) y tiene la esperanza de que sus investigaciones contribuyan a mejorar la calidad de vida de la gente sola, en especial de los ancianos. (International Press)
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