Una veintena de inmigrantes detenidos en Japón han iniciado una huelga de hambre para protestar por las condiciones en las que se encuentran y que consideran contrarias a los derechos humanos, anunció hoy una ONG de apoyo a este colectivo.
La protesta, que arrancó el martes, tiene lugar en el centro de detención de la Oficina Regional de Inmigración de Tokio, y en ella participan 22 personas de entre 25 y 55 años de doce nacionalidades, informó en un comunicado la Asociación Provisional para la Liberación Provisional, que apoya la causa de los retenidos.
Los participantes, entre los que se encuentran ciudadanos de Perú, China, la India, Bangladesh, Irán, Nigeria o Camerún, protestan por las «múltiples detenciones que vulneran los derechos humanos» realizadas por las autoridades niponas a inmigrantes, según el citado grupo.
Asimismo, reclaman «una mejora de las condiciones» en el centro, a raíz del fallecimiento de un ciudadano vietnamita el pasado marzo tras sufrir un infarto en otras instalaciones de detención de Japón y no ser atendido a tiempo por los servicios médicos, señaló la asociación.
Los retenidos, que han traslado sus reivindicaciones en una misiva al director de la Oficina Regional de Inmigración, también afirman que han sido víctima de «intimidaciones» y «amenazas» durante los interrogatorios a los que fueron sometidos en este centro.
Un portavoz de esta oficina, dependiente del ministerio nipón de Justicia, confirmó a Efe que una veintena de personas están participando en la huelga de hambre, y subrayó que los retenidos ya cuentan con un buzón de reclamaciones para expresar sus quejas.
El portavoz señaló que el centro de detención «se administra bajo las leyes niponas», y añadió que éste «cuenta con la auditoría de terceras partes» para revisar las condiciones del lugar.
La asociación que respalda a los inmigrantes, por su parte, afirmó que los afectados pretenden seguir adelante con la protesta «hasta que todos sean liberados» y pese a que éstos sean obligados a recibir alimentación asistida.
Unos 570 inmigrantes irregulares permanecen detenidos en el centro regional, según datos del mismo.
Algunas organizaciones de defensa de los derechos humanos y medios de comunicación nacionales han criticado las condiciones en las que se encuentran retenidas estas personas -y en particular la dureza de los interrogatorios o la insuficiente atención médica -, circunstancias que se suman a la estricta política migratoria del país asiático.
En 2016, Japón aceptó a 28 refugiados, lo que supone un 0,25 por ciento del total de 10.901 solicitudes, cifra récord de demandas de asilo para el país asiático, según datos del Ministerio nipón de Justicia. EFE
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