El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, viaja hoy a Japón para una visita de tres días en la que la crisis con Corea del Norte y la relación económica bilateral centrarán la agenda.
Pence tiene previsto aterrizar en la base aérea de Atsugi, al sur de Tokio, procedente de Corea del Sur, para iniciar la segunda etapa de su gira de 10 días por la región de Asia Pacífico.
El número dos de la Administración Trump tendrá un almuerzo de trabajo en Tokio con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y a continuación se reunirá con el viceprimer ministro y ministro de Finanzas, Taro Aso, con el que ofrecerá posteriormente una rueda de prensa conjunta.
En ambos encuentros estará sobre la mesa la tensión que se respira en la región ante las repetidas pruebas armamentísticas de Corea del Norte, la última el pasado domingo, una actitud a la que Washington ha respondido con el envío del portaaviones de propulsión nuclear USS Carl Vinson a la península coreana.
Por su parte, Pyongyang, lejos de rebajar la tensión, mostró recientemente en un desfile militar lo que podrían ser nuevos modelos de misiles de alcance intercontinental y se teme que además pueda realizar próximamente un nuevo test nuclear que incremente el nerviosismo en la zona.
Pence recordó la víspera en Seúl los recientes y contundentes ataques militares estadounidenses sobre Siria y Afganistán y, en este sentido, advirtió a Pyongyang del peligro de poner a prueba «la determinación» del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Por su parte, Japón, importante aliado de EE.UU. y uno de los países más expuestos a los ensayos de misiles norcoreanos, estudia la posibilidad de apoyar al portaaviones Carl Vinson y a su flota de ataque en las maniobras que realizan en aguas cercanas a la península de Corea.
Durante la visita de Pence, Tokio y Washington estrenarán también un diálogo económico bilateral de alto nivel, tal y como acordaron los respectivos jefes de Gobierno en su reciente cumbre en Florida.
Este nuevo foro, que arrancará presidido por Pence y Aso, tratará temas de política comercial (un terreno sensible tras la activación del «América primero» del Gobierno Trump), regulación de inversiones o marcos de cooperación en infraestructura y energía. (EFE)
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