Japón conmemoró hoy el primer aniversario de los fuertes terremotos que sacudieron la región de Kumamoto (en el sudoeste del país), los más dañinos desde el que generó el tsunami de 2011, y que han dejado hasta ahora 225 fallecidos.
Familiares de las víctimas y autoridades del país asiático, entre ellos el primer ministro Shinzo Abe, se reunieron en el Ayuntamiento de Kumamoto para celebrar una ceremonia que empezó a las 10.00 hora local (01.00 GMT) tras un minuto de silencio.
«Todavía queda mucho por hacer porque hay más de 47.000 personas que siguen alojadas en viviendas temporales», dijo Abe frente a los en torno a 360 asistentes.
El jefe del Ejecutivo japonés aseguró en su intervención que el Gobierno hará lo posible «para que las víctimas recuperen su vida» y tendrá presente los acontecimientos en Kumamoto para fortalecer al país ante los desastres naturales.
Tras la intervención de las autoridades y representantes de las víctimas se procedió a hacer una ofrenda floral por los fallecidos.
Medio centenar de personas murieron en los seísmos de 6,5 y 7,3 grados Richter que sacudieron las prefecturas de Kumamoto y Oita, en la isla de Kyushu, el 14 y 16 de abril de 2016, mientras que unas 170 han fallecido hasta la fecha por causas relacionadas con ellos, según cifras publicadas con motivo de la efeméride y recogidas por la cadena pública NHK.
El primer temblor alcanzó el nivel máximo de 7 en la escala nipona -centrada en las zonas afectadas más que en la magnitud- por primera vez desde el terremoto del 11 de marzo de 2011 que generó un devastador tsunami que dejó más de 18.000 muertos y desaparecidos en el nordeste de Japón, y provocó el accidente nuclear de Fukushima.
Los terremotos de Kumamoto destruyeron o dañaron más de 190.000 hogares, lo que forzó a cientos de miles de personas a evacuar.
El estrés por las continuas réplicas y una evacuación prolongada se cobró la vida de más del 40 % de los supervivientes cuya muerte se ha reconocido como relacionada con los seísmos, informó NHK.
La interrupción de tratamientos médicos de pacientes que tuvieron que ser trasladados por daños en infraestructuras sanitarias y el denominado «síndrome de la clase turista» o «trombosis del viajero», que implica una mayor propensión a sufrir trombosis derivada de una posición fija, han sido otras de las causas de esas muertes.
Más de 4.300 terremotos con una intensidad suficiente para ser perceptible por el ser humano han sacudido la región de Kumamoto desde abril del año pasado, y la cifra asciende a unos 130.000 si se tienen en cuenta aquellos imperceptibles, según cifras de la Agencia Meteorológica de Japón (JMA).
El volumen total es unas 22 veces superior a los contabilizados en toda la isla de Kyushu el año pasado (6.000) y supera los 120.000 registrados a nivel nacional en 2015, explicó a Efe el investigador Koji Tamaribuchi, del departamento de investigación sismológica y de tsunamis del Instituto de Investigación Meteorológica de la agencia japonesa. (EFE)
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