Los servicios secretos de Kirguistán informaron hoy de que todo apunta a que un ciudadano oriundo de esa república centroasiática podría ser el autor del atentado que ayer causó 11 muertos y decenas de heridos al explosionar una bomba en el metro de San Peteresburgo.
«Probablemente, el autor del atentado terrorista del 3 de abril es un ciudadano de Kirguistán actualmente nacionalizado ruso», dijo a Interfax en Biskek el portavoz del servicio de seguridad de la república, Rajat Sulaimanov.
El sospechoso ha sido identificado como Akbarzhon Djaliliv, nacido en 1995, dijo el portavoz, que señaló que trabajan estrechamente con los servicios de seguridad rusos.
Anteriormente, el servicio de seguridad de la república centroasiática de Kazajistán informó también de que estaba trabajando activamente con el FSB ruso para localizar a los culpables del atentado.
El vicedirector de este servicio kazajo, Nurgali Bilisbekov, desmintió, sin embargo, que el terrorista fuera un ciudadano de Kazajistán, Maxim Arishev, nacido en 1996. «Esta información no se corresponde con la realidad», dijo.
San Petersburgo amaneció hoy de luto mientras las autoridades rusas siguen buscando a los culpables del sangriento atentado y parece abrirse paso la pista de Asia Central.
Las banderas ondean a media asta en la segunda ciudad rusa, donde se han decretado tres días de luto, pero la normalidad ha vuelto en parte al reabrir esta mañana la totalidad de las líneas del metropolitano, según informó en un comunicado la oficina del gobernador.
El presidente ruso, Vladímir Putin, que ayer se encontraba justamente en San Petersburgo en el momento de la explosión, depositó una ofrenda floral a última hora ante el improvisado lugar de homenaje a las víctimas donde decenas de ciudadanos habían colocado flores y velas.
El atentado ocurrió el lunes poco antes de las 15.00 hora local (12.00 GMT) y el Comité Nacional Antiterrorista (CNA) elevó a última hora a 11 la cifra de muertos y a 45 los hospitalizados, 13 de ellos en estado grave.
La explosión ocurrió entre dos céntricas estaciones, «Tejnologuicheskiy Institut» y «Sennaya Ploschad» de la línea azul del metropolitano, pero el maquinista del convoy afectado no paró en el túnel y siguió hasta la primera estación, lo que facilitó las tareas de salvamento y evacuación.
Otro artefacto explosivo casero fue desactivado por los artificieros en la estación de metro «Ploschad Vosstania», junto a la principal estación de trenes de la ciudad (Moskovskiy).
Ayer se informó de que las cámaras de seguridad del metro captaron la imagen de uno de los supuestos organizadores del atentado, un hombre de mediana edad con barba y gorro negros y aspecto de clérigo musulmán, pero posteriormente se descartó a este sospechoso.
Los últimos atentados terroristas en suelo ruso fueron cometidos por la guerrilla islamista de Chechenia, república caucásica rusa cuyo presidente, Ramzán Kadírov, calificó ayer la explosión como «monstruosa».
Pero en 2015, el Estado Islámico acabó con la vida de 217 turistas rusos al hacer estallar un avión de pasajeros poco después de despegar de Egipto. (EFE)
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