La policía de Tokio desarticuló una red operada por un ciudadano chino que ofrecía servicios sexuales en la capital japonesa.
El chino, identificado como Sun Wei-Wei (38), empleó a un joven de su país de 21 años que tenía visa de estudiante, violando la ley de control de inmigración.
Con Sun fueron arrestados otros tres chinos, detalló Tokyo Reporter.
Sun administraba Arcadia, un servicio de sexo oral suministrado por mujeres vestidas con uniformes. La red tenía registradas a cien mujeres que, sospecha la policía, contaban con visas de corto plazo. Es decir, en el caso de ellas también se habría violado la ley.
El servicio estaba dirigido a chinos y mexicanos, entre otros colectivos extranjeros.
Se calcula que los ingresos de Arcadia desde que empezó en 2008 ascienden a 500 millones de yenes (4,51 millones de dólares). (International Press)
Y hasta ahora me estoy enterando que habian chinitas practicando el noble arte del mamey