A los japoneses mestizos se les suele decir hafu (mitad). A mucha gente no le gusta porque conlleva la idea de que los hijos de japoneses y extranjeros están “incompletos”, como minusvalorando su parte no japonesa.
Algunos prefieren el término daburu (doble), que destaca su biculturalidad. Una de esas personas era la escritora neozelandesa Louise George Kittaka, casada con un japonés y madre de un chico y dos chicas.
A través de un texto publicado en el sitio Savvy Tokyo, Louise revela que cuando tuvo su primer hijo le decía a todo el mundo que se refirieran a él como daburu y no como hafu, e incluso escribió un artículo en una revista bilingüe.
Sin embargo, cuando nació su tercer hijo, harta de tener que discutir sobre cómo denominar a los niños mestizos, comenzó a preguntarse si era necesario etiquetarlos. Son solo niños con padres de distintos orígenes. Listo, tema superado, a seguir adelante.
Si bien ahora no escribiría el artículo en el que demandaba que a su primer hijo le dijeran daburu, tampoco cree que el asunto es tan simple como para sostener que está superado, como pensaba cuando fue madre por tercera vez.
Louise explica que aun cuando un niño bicultural se eduque como japonés, lo hable y escriba, “su cara siempre va a ser una invitación para las etiquetas”.
La hija mayor de Louise es ahora una estudiante universitaria. ¿Qué opina ella sobre las etiquetas? La joven le escribe a su madre:
«Yo sé que solía molestarte que la gente nos llamara hafu cuando éramos pequeños, pero no me ofende porque no se utiliza realmente de una manera despectiva. Si fuera gaijin, si me molestaría. Si la gente quería fastidiarme en la escuela, usaban gaijin. Pero hafu, por el contrario, tiende a asociarse con kawaii. Así que para mí, supongo que depende de en qué contexto se utiliza el término».
Su hijo mayor, también universitario, le resta importancia: «Tengo algunos amigos biculturales que se molestan cuando les dicen hafu, y lo entiendo. Pero para mí es solo una palabra. No me define, así que no dejo que me moleste».
El menor de los hijos de Louise, una chica que estudia en koko, dice que no le importaba que le digan hafu: “Es lo que soy».
“A muchos el término daburu les hace sentir incómodos porque connota superioridad (soy dos veces mejor que tú)».
Louise también le da voz a la cineasta Megumi Nishikura, hija de madre estadounidense y padre japonés, una de las personas que realizaron el documental “Hafu”, que narra la historia de seis personas biculturales en Japón.
Megumi revela que conoció a cientos de japoneses mestizos, y que la gran mayoría prefería el término hafu. Incluso quienes decían que no les gustaba la palabra reconocían que no había otra mejor.
¿Y daburu?
“A muchos el término daburu les hace sentir incómodos porque connota superioridad (soy dos veces mejor que tú) y ejerce una presión innecesaria sobre ellos para ser puente o embajadores culturales entre ambos países», explica Megumi.
¿Cómo ve la sociedad japonesa a las personas biculturales?
Louise escribe que hay posiciones contradictorias al respecto. Hay muchos modelos y figuras de la televisión hafu que tienen éxito. Pone el ejemplo de la presentadora Christel Takigawa, de ancestros franceses, que conquistó a la gente en 2013 cuando a través de un emocionante discurso defendió la candidatura de Tokio a los Juegos Olímpicos de 2020.
En el otro extremo se sitúa Ariana Miyamoto, Miss Japón en 2015. Ariana, de madre japonesa y padre afroestadounidense, fue la primera mestiza en ganarlo. La reina de belleza recibió críticas de sectores que no la consideraban suficientemente japonesa para representar al país.
Louise no lo dice, pero como lo hizo notar la misma Ariana, probablemente no la habrían criticado tanto si fuera blanca.
La etiqueta hafu impone ciertas presiones a los chicos biculturales. Por ejemplo, que deben ser lindos. Y puede ser difícil, sobre todo para una chica, si no encaja con el ideal japonés de kawaii.
También se supone que deben crecer como bilingües. No es fácil, explica Louise. “He gastado una considerable cantidad de tiempo, energía y dinero para asegurar que mi tres hijos crezcan hablando, leyendo y escribiendo en inglés. No es algo natural, al contrario de lo que muchos creen”.
En resumen, si algo nos muestra el caso de Louise es que no se pueden imponer juicios absolutos sobre el uso de términos como hafu o daburu. Ya depende de cada uno como lo asuma. (International Press)
Y que tal el término mezcla ? Ni medio ni doble , es una mezcla de dos culturas , con el doble de oportunidades y los genes renovados .