Japón y Arabia Saudí acordaron el lunes estudiar la creación de zonas económicas especiales para favorecer la inversión japonesa en el país de Oriente Medio, dentro de un pacto estratégico con el que ambos buscan alcanzar sus metas de crecimiento económico.
El primer ministro Shinzo Abe y el rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdelaziz, anunciaron el acuerdo, parte del denominado «Visión Japón-Arabia Saudí 2030» tras la cumbre bilateral que mantuvieron en Tokio dentro de la visita del monarca saudí a Japón.
«Siento que este proyecto fortalecerá aún más la asociación estratégica entre nuestros países», expuso el rey saudí al inicio de la reunión en declaraciones recogidas por la agencia local Kyodo.
Mediante el plan «Visión Japón-Arabia Saudí 2030» Riad busca diversificar su economía altamente dependiente del petróleo ante la caída del crudo, y Japón aspira a reconducir su propia estrategia de crecimiento, que incluye la expansión en los mercados extranjeros.
La introducción del plan describe al país asiático como el «socio ideal» para contribuir a las reformas saudíes y apunta a que una mayor cooperación bilateral puede producir beneficios que «cada país por sí solo no sería capaz de realizar», detalló Kyodo.
Las nuevas zonas económicas especiales promoverán la inversión mediante la oferta de facilidades administrativas y descuentos fiscales para las empresas niponas que quieran construir fábricas y bases de desarrollo en el país árabe.
El plan también incluye 31 iniciativas para la cooperación público-privada entre Japón y su principal proveedor de petróleo, incluyendo negociaciones para incluir a la compañía petrolera nacional Saudi Aramco en la Bolsa de Tokio.
Riad es el principal proveedor de crudo para Japón, ya que compra el 33,3 % de sus importaciones, según datos del Ejecutivo nipón.
Otras áreas de cooperación previstas en el plan incluyen energías renovables, desalinización del agua del mar y apoyo para compañías japonesas que establezcan cadenas de suministro en Arabia Saudí.
El monarca de 81 años asistirá el martes a una recepción en el Palacio Imperial de Tokio y a un almuerzo con los emperadores, Akihito y Michiko, seguida de un foro de trabajo sobre la anunciada estrategia.
El rey Salman tiene previsto abandonar la capital japonesa el miércoles y poner fin al primer viaje oficial de un soberano saudí a Japón desde el realizado por su medio hermano Fáisal bin Abdulaziz en 1971, quien reinó hasta su asesinato en 1975. (EFE)
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