El presidente de Mitsubishi Electric prometió que nunca permitirá que un empleado se vea obligado a trabajar horas extra en exceso después de que el Ministerio de Trabajo decidiera llevar a la empresa a la justicia por el caso de un trabajador explotado, informó la agencia Kyodo.
El presidente del gigante japonés, Masaki Sakuyama, aseguró que la compañía racionalizará las cargas de trabajo y reducirá las horas trabajadas a través de la tecnología de la información, entre otros cambios que introducirá en su régimen laboral.
En su primera intervención ante la prensa después de que el caso se hiciera público, Sakuyama contó que han implantado un sistema para vigilar las horas de trabajo de una manera objetiva.
Un acuerdo entre trabajadores y empresa estableció en 60 el número máximo de horas extra mensuales permitidas. Sin embargo, el hombre de 31 años, que pasó a formar parte de Mitsubishi en abril de 2013, trabajó mucho más del límite establecido.
El hombre fue asignado al Centro de Tecnología de la Información que la empresa tiene en Kamakura y trabajó más de 100 horas extra en enero de 2014 y más de 160 horas en febrero.
Sin embargo, reportó 59,5 horas extra entre el 16 de enero y el 15 de febrero, justo por debajo del límite de 60 horas. ¿Por qué? Porque su jefe le dijo que reportara un menor número de horas de las que en realidad había trabajado.
El empleado enfermó por exceso de trabajo y siguió un tratamiento para la depresón por mandato de la empresa. Tras completarlo no retornó a sus labores y en junio de 2016 fue despedido.
Las autoridades laborales determinaron en noviembre pasado que trabajó más de 100 horas extra al mes y reconoció que su enfermedad estaba relacionada con el trabajo.
A principios de año, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, instó a los líderes empresariales a impulsar una reforma fundamental de las condiciones de trabajo para erradicar el exceso de horas de trabajo y el maltrato a quienes hacen arubaito.
El suicidio de una empleada del gigante de la publicidad Dentsu en diciembre de 2015, que las autoridades reconocieron como una muerte relacionada con el exceso de trabajo, sacudió a la sociedad japonesa y ha empujado al gobierno y a las empresas a tomar medidas para modificar la cultural laboral del país. (International Press)
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