El Gobierno japonés mostró hoy su apoyo a Toyota Motor y la creación de empleo del fabricante en EEUU después de que el presidente electo Donald Trump amenazase con imponerle aranceles aduaneros si sigue adelante con su nueva planta en México.
«Toyota ha estado intentando ser un buen ciudadano corporativo para los Estados Unidos», dijo el ministro portavoz del Ejecutivo, Yoshihide Suga, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Kyodo.
El ministro japonés de Economía, Comercio e Industria, Hiroshige Seko, destacó, por su parte, el aporte laboral de las empresas niponas del sector automotor en la primera economía del mundo.
«Los fabricantes de vehículos japoneses están haciendo importantes contribuciones en términos de puestos de trabajo en Estados Unidos. Es importante que sus esfuerzos y resultados se reconozcan ampliamente», recalcó Seko.
«Es una cuestión de una empresa privada, pero el Gobierno está dispuesto a apoyarla», sentenció el titular de Economía.
Toyota empezó a construir el pasado noviembre una nueva planta en Guanajuato, México, donde debería producir a partir de 2019 hasta 200.000 unidades al año del modelo Corolla, el segundo de más ventas en EE.UU. en el segmento de berlinas compactas, y que actualmente se produce en plantas de Misisipi (EE.UU.) y Cambridge (Canadá).
«(…) ¡DE NINGUNA MANERA! Construya la planta en EE.UU. o pague un gran arancel aduanero», reza el texto del entrante mandatario, difundido a través de su cuenta de la red social Twitter el jueves.
Toyota se aventuró a asegurar en un comunicado que «los volúmenes de producción o el empleo en Estados Unidos no se reducirán» debido al establecimiento de la planta (anunciada en abril de 2015) y que espera «colaborar con la administración Trump para servir los mejores intereses de los consumidores y el sector del automóvil».
El ultimátum de Trump a Toyota se produce después de que el martes amenazara a General Motors (GM) con aranceles si mantiene la producción en México del compacto Chevrolet Cruze Hatch que luego es exportado en pequeñas cantidades a Estados Unidos.
Ford anunció el mismo día que cancelará una inversión de 1.600 millones de dólares en México tras claudicar a las presiones del presidente electo. (EFE)
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