Utinan Won nació y se crio en Japón, pero será deportado.
El Tribunal Superior de Tokio determinó que el tailandés de 16 años, que no tiene autorización legal para permanecer en Japón, debe abandonar el país en el que nació, ratificando la orden de deportación de las autoridades de inmigración.
El fallo resalta la profunda reistencia de Japón a aceptar extranjeros aun cuando su población está envejeciendo y disminuyendo, según Reuters.
«Por supuesto que quiero quedarme en Japón”, dijo el menor a los medios tras conocerse el fallo. Japón no solo es el país donde nació y creció, sino que además es el único que conoce.
Al conocerse la decisión del tribunal, desde la galería donde estaba el público se escucharon gritos de “¿por qué?” y “terrible”.
Durante la lectura de la sentencia, el chico permaneció imperturbable, con la cabeza inclinada ligeramente, reveló Reuters
En junio, el Tribunal de Distrito de Tokio determinó que el chico podría acceder a un permiso especial para quedarse en Japón si su madre abandonaba Japón y encontraba un tutor.
Utinan cumplió ambos requitos: en septiembre su mamá dejó Japón para retornar a Tailandia y halló un tutor japonés. El sacrificio de la madre para que su hijo pudiera quedarse en el país que considera suyo no sirvió de nada.
El Tribunal Superior de Tokio sostuvo que el fallo previo del Tribunal de Distrito de Tokio y la orden de deportación son legítimas desde el punto de vista legal.
Asimismo, dijo que aunque el adolescente no lee ni escribe tailandés, sí puede hablarlo y es lo suficientemente joven para adaptarse a una nueva vida en Tailandia.
El abogado de Utinan afirmó que los jueces no tomaron en cuenta el hecho de que su madre había salido de Japón. ¿Apelará? De acuerdo con el letrado, su cliente aún no ha tomado una decisión al respecto.
En abril del año pasado, Utinan declaró a Kyodo: “Quiero estudiar en Japón, crecer para ser un hombre decente y trabajar con honestidad”. (International Press)
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