El Gobierno de Japón decidió hoy reforzar sus sanciones unilaterales contra Corea del Norte tras su último ensayo nuclear, que serán aplicadas en coordinación con Washington y Seúl, y que complementan a las últimas medidas similares de la ONU.
«Hemos decidido aplicar sanciones adicionales en coordinación con Estados Unidos y Corea del Sur para resolver de forma conjunta los problemas de los secuestros (de ciudadanos nipones) y del programa nuclear y de misiles por parte de Corea del Norte», anunció hoy el primer ministro nipón, Shinzo Abe, en una reunión con su Gabinete de Gobierno.
Pyongyang ha llevado a cabo este año «dos test nucleares y más de 20 lanzamientos de misiles», lo que representa «un nuevo nivel de amenaza totalmente inaceptable», señaló Abe en su intervención, recogida por la agencia nacional de noticias Kyodo.
Las nuevas sanciones coordinadas entre los tres aliados llegan después de que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptara el miércoles medidas de presión adicionales sobre el régimen que lidera Kim Jong-un, tras su anterior ensayo nuclear de enero.
La última resolución de la ONU se centra en reducir las exportaciones de carbón de Corea del Norte, su principal venta significativa al exterior y fuente de divisas, y prohíbe también la de metales no ferrosos como el cobre o la plata, además de imponer otras restricciones comerciales.
Esta decisión «demuestra claramente el compromiso de la comunidad internacional para dar una nueva dimensión a la respuesta ante Corea del Norte y sus amenazas crecientes», señaló Abe, quien no detalló las medidas de presión adicionales que aplicará Japón.
Tokio aplica actualmente un veto unilateral al reingreso en el Norte de miembros de la Asociación de Residentes Coreanos en Japón (conocida como Chongryon), entre los cuales hay ingenieros que se cree que han colaborado en los programas norcoreanos de desarrollo de misiles y armas nucleares.
Además, Japón aplica un bloqueo sobre las remesas de dinero a Corea del Norte y prohíbe que barcos norcoreanos puedan amarrar en puertos nipones.
Asimismo, el primer ministro nipón señaló que «hará todos los esfuerzos posibles» para lograr el retorno de los ciudadanos nipones secuestrados por Corea del Norte, y para ello aplicará los principios de «diálogo y presión».
Japón sostiene que entre 1977 y 1983 al menos 17 japoneses fueron secuestrados por Corea del Norte para impartir lecciones de cultura e idioma en sus programas de adiestramiento de espías.
En 2002 Pyongyang reconoció varios de los secuestros y devolvió a cinco personas a Japón, aunque afirmó que los 12 restantes o fallecieron o nunca pisaron suelo norcoreano, una versión de la que ha desconfiado hasta ahora Tokio.
Corea del Norte se comprometió con Japón a llevar a cabo una investigación para resolver todos los casos, pero esta iniciativa se abandonó el pasado febrero ante la falta de avances. (EFE)
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