Por Roberto Morales
Zinedine Zidane firmó uno de sus grandes partidos como técnico del Real Madrid, modificó su pizarra en búsqueda de equilibrio por las bajas y sacó con nota su primer gran examen, cambiando el sistema y la posición de sus jugadores, colocando a Isco Alarcón en la media punta donde nadie lo frenó, y a Cristiano Ronaldo de nueve.
El derbi del Vicente Calderón era un examen duro para Zidane. Las bajas provocaban que tuviese que tomar decisiones importantes y no dudó. Personalidad le sobró para no forzar a Sergio Ramos cuando todos pensaban en el regreso del capitán. Confianza plena en Nacho Fernández para no forzar con unas pequeñas molestias del camero.
Su única derrota en Liga desde que reveló a Rafa Benítez en el banquillo había sido contra el Atlético de Madrid del ‘Cholo’ Simeone. Fue un día en el que la impotencia se apoderó del madridismo en el Santiago Bernabéu, incluido Zidane que nada pudo hacer para escapar de la trampa táctica de su rival. Hoy se desquitó.
En su primera visita al Calderón tenía que tomar una decisión que fue clave. Karim Benzema estaba recuperado para jugar pero su presencia de inicio restaba equilibrio, con el habitual 4-3-3 en el que gran parte de la clave del éxito iba en función del balance defensivo que hiciera el tridente, no siempre lo suficientemente involucrado cuando hay que mirar hacia atrás.
La ausencia de un especialista en el mediocentro por las lesiones de Casemiro y Toni Kroos, dejaban tan solo de candidato a Mateo Kovacic retrasando unos metros su posición y asumiendo labores a las que no está acostumbrado. Lo ideal era que estuviese arropado y por quien mejor que por su compatriota croata Luka Modric en un doble pivote que nunca perdió su posición y salió airoso de la batalla en la medular. En esa zona se comienzan a decidir los derbis y así lo interpretó en esta ocasión Zizou para poblarla.
Además los dos croatas aseguraban una buena salida de balón e Isco Alarcón era el encargado de poner a salvo la posesión y asociarse con todos sus compañeros a la perfección. Zidane entendió que su zona de confort es la media punta, con libertad de movimientos para asumir el liderazgo y le respondió a lo grande.
Renunció a Benzema por el bien del colectivo, para aumentar la presencia de efectivos en el centro del campo e instalar el orden con Lucas Vázquez en la derecha y Gareth Bale en su posición natural en la izquierda. Se desplazaba para jugar de nueve Cristiano Ronaldo que firmó uno de sus mejores partidos de su irregular temporada. El día que asuma que cuanto más cerca de la portería más goles volverá a marcar será un gran avance para él y el equipo.
Renunció a Benzema por el bien del colectivo, para aumentar la presencia de efectivos en el centro del campo e instalar el orden con Lucas Vázquez en la derecha y Gareth Bale por izquerda…
Fue la reivindicación de Zidane como entrenador, ante el mayor estratega enfrente, Simeone, y dando un golpe a la pelea por el título liguero en una jornada redonda para el Real Madrid. Deja a cuatro puntos al Barcelona y a nueve al Atlético de Madrid.
El primer puerto del ‘Tourmalet’ lo subió sobrado el conjunto madridista que no acusó las importantes bajas de Ramos, Pepe, Casemiro, Kroos o Álvaro Morata para sumar su vigésimo cuarto partido consecutivo sin perder en Liga. El gran objetivo del curso está un poco más cerca y para superar el récord de la ‘Quinta del Buitre’ de Leo Bennhacker habrá que superar otra salida durísima, el Camp Nou, con la tranquilidad de no haber cedido el liderato y haber aumentado el colchón de puntos. EFE
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