Que unos padres se preocupen por la seguridad de sus hijos es natural, pero a veces las cosas se llevan a extremos increíbles. En Kobe, la asociación de propietarios de un condominio ha decidido prohibir que sus ocupantes se saluden cuando están dentro de sus límites.
El caso fue hecho público por un residente del condominio en un periódico de Kobe. La nota, recogida por el sitio RocketNews24, revela que la propuesta nació de los padres de un niño que viven en el lugar. La pareja le enseñó a su hijo que huyera cada vez que un extraño lo saludaba.
En una reunión de residentes, estos padres fueron más lejos y propusieron que se prohibiera que los ocupantes del edificio se saludaran entre sí mientras estuvieran en él.
La iniciativa fue aceptada y convertida en regla (en la calle sí se pueden saludar).
La seguridad no fue el único motivo por el cual la idea fue acogida. El hombre que escribió al periódico de Kobe explicó que algunas personas se sentían mal si saludaban a otras y no recibían respuesta. ¿Solución? Que nadie salude a nadie.
La decisión ha sido objeto de críticas de usuarios en línea, que hacen notar que, al contrario de lo que creen los residentes del condominio, si los vecinos tienen una comunicación regular es más fácil combatir la delincuencia.
«Saludar a la gente es la más básica de las interacciones sociales», escribe un usuario.
Otro, con sabiduría, dice: «Si se saludan unos a otros todos los días, en algún momento dejarán de ser extraños». (International Press)
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