Japón prorrogó hoy la misión de paz de sus Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) en Sudán del Sur hasta marzo, en medio de la polémica por un reciente cambio legislativo sobre el rol de este cuerpo que para muchos supone el fin del pacifismo recogido en la Constitución.
Desde 2012 Tokio ha renovado periódicamente estas operaciones enviando tropas al joven país africano, sumido aún en un violento conflicto, para, principalmente, ayudar en la construcción de carreteras y otras infraestructuras.
El plazo del actual despliegue expiraba el próximo 31 de noviembre, por lo que el Ministerio de Defensa ha decidido ampliar la presencia de sus tropas otros cinco meses, hasta el 31 de marzo de 2017, según se explica en un comunicado emitido hoy.
El nuevo contingente tiene previsto llegar a Juba en torno al 20 de noviembre.
Hasta entonces, el Gobierno deberá tomar una decisión sobre si aprueba o no el que puedan participar en acciones en las que hasta ahora no podían por limitación constitucional.
Estas nuevas operaciones, como defender a cuerpos de la ONU bajo ataque o apoyar operaciones de rescate cuando haya efectivos de Naciones Unidas retenidos por fuerzas hostiles, son parte del nuevo papel que las tropas pueden adoptar tras una polémica reinterpretación de la Constitución, aprobada por el actual Gobierno en 2015.
La reforma, que pretende que Japón juegue un papel más activo en el terreno de la seguridad multilateral, se hizo efectiva en marzo tras una serie de protestas multitudinarias frente al Parlamento de japoneses que consideran que la reinterpretación de la Carta Magna pone fin al pacifismo recogido en el artículo 9 del texto.
Hasta ahora el artículo 9 de la Constitución adoptada por Japón a instancias de la ocupación estadounidense tras su derrota en la II Guerra Mundial impedía al país el uso de la fuerza para resolver conflictos -solo se contemplaba la posibilidad de responder en caso de ataque- y no permitía que las tropas combatieran en el exterior. (EFE)
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