Gobierno de Japón inspecciona in situ varias filiales de la compañía
En 1991, un empleado del gigante de la publicidad Dentsu se suicidó empujado por el exceso de trabajo. En diciembre de 2015, una mujer que trabajaba regularmente hasta la medianoche y llegó a hacer más de 100 horas extra al mes decidió seguir el mismo camino. Casi un cuarto de siglo transcurrió entre ambas muertes y las condiciones de trabajo en la compañía japonesa no parecen haber mejorado.
Por ello, el gobierno de Japón ha decidido actuar enérgicamente, inspeccionando in situ cuatro filiales de Dentsu en Osaka, Fukuoka, Hokkaido y Okinawa, informó Mainichi Shimbun.
El ministro de Trabajo, Salud y Bienestar, Yasuhisa Shiozaki, afirmó que una sucursal de Dentsu en Tokio también está en la mira.
«Queremos investigar a fondo las condiciones reales (de trabajo en la empresa) en todo el país», dijo Shiozaki.
«Es muy lamentable que se haya producido un caso en el que una empleada fue llevada al suicidio de nuevo en Dentsu, donde otro empleado se había suicidado en el pasado debido a las largas horas de trabajo», declaró.
Shiozaki dijo que la muerte de Matsuri Takahashi, la joven que se quitó la vida en diciembre pasado, es un “dolor inconmensurable” para su familia y “una gran pérdida para la sociedad”.
En el ojo de la tormenta, Dentsu anunció que reducirá el número máximo de horas extra mensuales de 70 a 65. Aunque la medida entrará formalmente en vigor el 1 de noviembre, la empresa ha instruido a su personal directivo para que se aplique cuanto antes. (International Press)
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