Asesores de la Casa Imperial le propusieron una alternativa, pero él la rechazó
El emperador Akihito sugirió en agosto en un mensaje televisivo su deseo de abdicar. Dijo que su avanzada edad y su delicado estado de salud le impedían cumplir a cabalidad sus deberes oficiales.
No fue un impulso surgido repentinamente. Taichiro Mitani, profesor emérito de la Universidad de Tokio y exasesor de la Casa Imperial, reveló que Akihito expresó con claridad su deseo de abdicar durante una reunión de asesores hace seis años. El emperador tenía 76 años entonces.
Akihito abogó por la necesidad de que hubiera un nuevo sistema en caso de que el emperador de Japón no pueda realizar plenamente sus funciones debido a su avanzada edad.
El emperador hizo notar que las abdicaciones no eran inusuales en la larga historia del sistema imperial nipón.
El anuncio sorprendió a los participantes de la reunión, recuerda Mitani en entrevista que concede a la NHK. El ambiente se puso tenso y la discusión continuó hasta altas horas de la noche.
Los participantes, entre ellos el Gran Chambelán, propusieron una alternativa: que Akihito permanezca en el trono y que sus deberes los asuma el príncipe heredero (su hijo Naruhito). Akihito rechazó la propuesta, pues dijo que ser símbolo del Estado como emperador y cumplir sus deberes oficiales son indivisibles.
La discusión continuó incluso cuando ya estaba casi terminando y los asistentes estaban de pie, rememora Mitani.
Después hubo otras reuniones para tratar el tema. Al aproximarse su 80 cumpleaños, Akihito dijo que deseaba trabajar duro hasta 2018.
Mitani sirvió durante 9 años como asesor de la familia imperial hasta 2015. (International Press)
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