Iwate, la prefectura más perjudicada
Antonio Hermosín / EFE
El tifón Lionrock atravesó el miércoles el noroeste de la isla principal de Japón dejando a su paso lluvias torrenciales, ríos desbordados y graves inundaciones, lo que ha causado la muerte de al menos once personas y la desaparición de otras cinco.
La tormenta, de intensidad fuerte según la Agencia Meteorológica nipona, llegó en la víspera a la costa nororiental de la isla de Honshu, la mayor del archipiélago nipón -la primera vez desde 1951 que un tifón hace este recorrido en el Pacífico-, y tras rebajarse su fuerza abandonó esta zona por su extremo noroccidental.
A pesar de que las autoridades habían alertado a la población del riesgo de condiciones meteorológicas extremas y tomado medidas de precaución, el tifón ha dejado tras de sí escenas de devastación que recordaron a las del tsunami que arrasó esta misma zona en marzo de 2011.
La peor parte se la llevó la prefectura de Iwate, donde las localidades de Iwaizumi y Kuji quedaron inundadas prácticamente en su totalidad al desbordarse varios ríos a raíz de las precipitaciones torrenciales que alcanzaron en 24 horas los 203 milímetros, su promedio para todo el mes de agosto.
En Iwaizumi, nueve ancianos fallecieron tras quedar atrapados por el agua y el barro en la residencia donde residían, cuyo primer piso quedó anegado al salirse de su caudal un río en las proximidades.
Las víctimas fueron halladas el miércoles en el inmueble, después de que en la víspera otros 70 residentes y el personal del edificio adyacente del mismo centro fueran rescatadas a tiempo por helicópteros de las Fuerzas niponas de Auto Defensa (Ejército), según informó el Gobierno local.
Dos personas más murieron en sendos accidentes relacionados con las lluvias torrenciales en Iwate y otras dos se hallan desaparecidas, mientras que una decena resultaron heridas en esta prefectura y en las colindantes de Aomori, Miyagi y Akita, señaló la cadena estatal NHK.
En la isla de Hokkaido, la más septentrional del archipiélago nipón, tres personas se encuentran desaparecidas tras ser arrastrados por las crecidas de ríos, entre ellas un joven de 28 años cuyo coche cayó dentro del caudal fluvial.
Los bomberos y las tropas niponas continúan tratando de rescatar a las 350 personas han quedado aisladas en la localidad de Minamifurano, de la misma región, que también resultó inundada después de que colapsaran los diques de un río.
Ante la gravedad de la situación, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, convocó una reunión de su Gabinete destinada a «tomar medidas para minimizar los daños y ofrecer asistencia e información a la población», según dijo en rueda de prensa el portavoz del Ejecutivo, Yoshihide Suga.
Unas 21.000 viviendas continúan sin suministro eléctrico en el nordeste del país asiático, según la compañía energética Tohoku Electric Power.
El martes, cuando se acercaba el tifón, las autoridades locales recomendaron la evacuación de unas 410.000 personas en el nordeste nipón.
La tormenta también causó el cierre de todos los colegios de la región y forzó la cancelación de más centenar de vuelos con destino u origen en la región y en la isla de Hokkaido.
El Lionrock es el tercer tifón que golpea el archipiélago nipón en poco más de una semana, y el décimo tifón de la temporada 2016 en el Pacífico.
Antes de su llegada al noreste del país, Lionrock ya dejó copiosas lluvias en la región de Kanto, donde se encuentra Tokio, aunque finalmente desvió su curso y no llegó a tocar tierra en las cercanías de la capital de Japón.
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