Mujer nunca le preguntó a su madre por su padre para no entristecerla
El padre de Reiko Nakamoto era soldado y murió en Papúa Nueva Guinea en marzo de 1944, cinco meses después de que ella naciera. Tenía apenas 27 años.
Nakamoto asistió el lunes a una ceremonia que se realizó en Tokio para conmemorar el 71 aniversario del fin de la II Guerra Mundial. Consigo llevó cartas que su padre Masamichi le escribió a su madre desde el campo de batalla.
Al evento acudieron unas 6.000 personas, entre ellas parientes de víctimas de la guerra, para orar por los cerca de 3,1 millones de japoneses que murieron durante el conflicto bélico, revela Yomiuri Shimbun.
La madre de Nakamoto murió en 1974 a los 55 años. Nunca le preguntó por su padre pues temía entristecer a su mamá resucitando recuerdo de la guerra.
Nakamoto fue profesora durante más de 30 años. Tras jubilarse y convertirse en abuela, decidió que había llegado el momento de rasgar el velo y descubrir la vida de su papá.
«Me gustaría saber de mi padre con el fin de transmitir los recuerdos de la guerra», pensó.
Hace unos 40 años, Nakamoto encontró entre las cosas dejadas por su madre una caja con cerca de cien cartas y postales escritas por su papá. Sin embargo, prefirió no leerlas porque pensó que si lo hacía quedaría devastada.
En julio, cuando decidió asistir a la ceremonia por primera vez, sacó la caja de su madre con las cartas.
En octubre de 1943, su papa escribió: «Hoy me he enterado de que has dado a luz a una niña. No importa si el bebé es un niño o una niña. Solo quería un parto seguro. Yo estaba muy preocupado debido a que el nacimiento se produjo mucho después de la fecha prevista».
“¿Cómo has estado? En especial, ¿cómo esta nuestra hija?», escribió después. “Ojalá que estén con salud”, solían terminar sus cartas.
Por esa época su padre fue transferido al frente del sur de China. En una postal fechada el 7 de noviembre, presintiendo su muerte, escribió: «Espero que estés preparada para no escuchar de mí durante seis meses, un año o más. Les he pedido a mis compañeros que te hagan saber acerca de mi destino».
Escribió una última carta el 20 de noviembre: «Estoy bien y sirviendo a nuestro país. Puedes estar tranquila”.
Nakamoto odia la guerra porque se llevó a su papá, el papá que nunca conoció. «Todavía me siento triste, incluso después de más de 70 años, porque perdí a mi padre. Las guerras no deberían ocurrir nunca», declara a Yomiuri.
La anciana ha mostrado las tarjetas y postales a su hija y nieta para transmitirles su mensaje antibélico. (International Press)
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