Corea del Sur expresa su pesar y preocupación
La ministra japonesa de Interior, Sanae Takaichi, y la de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Tamayo Marukawa, visitaron el lunes el polémico santuario tokiota de Yasukuni, vinculado al pasado militarista del país, después de que el primer ministro, Shinzo Abe, enviara una ofrenda al recinto.
Ambas ministras formaron parte de los cerca de 70 diputados de diferentes formaciones de las dos cámaras que componen la Dieta (Parlamento) -entre ellos muchos del gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD)- que acudieron al santuario el día en que se conmemora el 71 aniversario del final de la II Guerra Mundial.
El ministro nipón de Agricultura, Pesca y Política Forestal, Yuji Yamamoto, reconoció, por su parte, en una rueda de prensa que visitó el recinto unos días antes, el pasado 6 de agosto.
La visita de políticos a Yasukuni suele desatar las críticas de Corea del Sur o China, que padecieron el dominio colonial japonés durante el siglo XX, y supone una constante fuente de tensión diplomática entre estos países vecinos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Seúl expresó en un comunicado su pesar y preocupación por la visita de los diputados, así como por la ofrenda ritual realizada por un líder político, en referencia al obsequio hecho por el primer ministro Shinzo Abe.
El jefe del Ejecutivo japonés envió un árbol al santuario sintoísta a modo de ofrenda con motivo de la conmemoración de la efeméride, lo que parecía destinado a evitar fricciones e indica que volverá a abstenerse de visitar las instalaciones en esta ocasión.
La última vez que acudió a Yasukuni, en diciembre de 2013, Abe desató las iras de Seúl y Pekín, e incluso Washington, aliado principal de Tokio, recomendó evitar episodios similares en el futuro para no incrementar las tensiones diplomáticas en la región.
Varias visitas que realizaron anteriormente miembros del Gobierno nipón en torno al 15 de agosto -fecha en la que buena parte del país celebra el festival para honrar a los antepasados, por lo que es tradición acudir a cementerios, santuarios y templos- enfurecieron especialmente a Corea del Sur y China.
El 15 de agosto es también la fecha en la que el Japón imperial capituló poniendo fin a la II Guerra Mundial y a su dominio sobre ambos países.
El santuario de Yasukuni honra a todos los caídos por Japón entre finales del siglo XIX y 1945, y entre ellos se cuentan 14 políticos y oficiales del Ejército Imperial condenados como criminales de clase A por el Tribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente al término del conflicto bélico. (EFE)
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