Exposición incluirá 23 objetos tiahuanacotas de cuatro museos bolivianos
Cuatro ciudades japonesas acogerán una exposición itinerante sobre las culturas andinas prehispánicas que incluirá 23 piezas tiahuanacotas cedidas por museos bolivianos, anunció uno de los coordinadores de la iniciativa.
La exposición llegará a las ciudades niponas de Tokio, Sendai, Yamashi y Fukuoka a partir de 2017 y estará patrocinada por la televisión japonesa TBS, explicó en La Paz el arqueólogo Izumi Shimada, que coordinará la exposición como asesor principal.
El científico, que ha dedicado 40 años de su vida a investigar culturas prehispánicas mayormente en Perú, dijo que la muestra contará con 23 objetos tiahuanacotas procedentes de cuatro museos bolivianos, incluidos ornamentos de oro, tocadores o pecheras, y piezas de cerámica y líticos.
Shimada explicó que la iniciativa es la culminación de 25 años de trabajo con muestras en Japón de distintas culturas andinas y, además de las piezas tiahuanacotas, incluirá representaciones de civilizaciones como la chavín, nazca, mochica, huari o inca, que florecieron en el actual territorio de Perú.
La ciudadela de Tiahuanaco, ubicada a unos 71 kilómetros de La Paz, fue la capital de antiguo imperio prehispánico del mismo nombre y del que hoy quedan imponentes monumentos líticos como el templo de Kalasasaya, el Templete Semisubterráneo, esculturas de sus jerarcas, la Puerta del Sol y restos de palacios militares y civiles.
Izumi Shimada es experto en culturas andinas prehispánicas y en particular en la cultura Sicán, enseña en la Universidad del Sur de Illinois (Estados Unidos) y ha ejercido la investigación y la docencia en otros prestigiosos campus como Princeton o Harvard.
El experto resaltó que Bolivia tiene «muchos yacimientos y restos de excelente calidad», un patrimonio que es «muy poco conocido» para los japoneses.
El arqueólogo reconoció las dificultades de conservar el yacimiento arqueológico de Tiahuanaco -el más importante de Bolivia- por su enorme extensión.
El área protegida del yacimiento es de 70 hectáreas, pero Shimada estima que la zona original ocupa hasta 600 hectáreas, de modo que sólo se conoce y ha investigado una pequeña parte del patrimonio.
Defendió que la tarea de conservarlo es «enorme» y requiere la cooperación de la población local, que en algunos casos edifica construcciones modernas en la zona arqueológica.
Según Shimada, Bolivia podría aprender de Perú en materia de conservación y valorización del patrimonio arqueológico, ya que allí «la arqueología está en la conciencia nacional» y el Gobierno «entiende bien la importancia de la arqueología para el turismo».
Por ello, reclamó que el Gobierno boliviano tome «una actitud mucho más activa» e invierta más fondos para fomentar el turismo arqueológico y la conservación del patrimonio.
A su juicio, el Ministerio de Culturas de Bolivia podría aprovechar la exposición para «promover el turismo». (EFE)
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