Tropas japonesas asesinaron entre 1937 y 1938 a más de 300.000 personas
El ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, aprovechó la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a Hiroshima (Japón), para recordar la matanza de Nankín (China) por parte de tropas japonesas en 1937-38 y subrayar que los «infractores no deben evadir sus responsabilidades».
«Hiroshima merece atención, de la misma forma que Nankín. Las víctimas merecen compasión, pero los infractores no deben evadir sus responsabilidades», dijo este viernes Wang en una intervención en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Pekín.
Así, China volvía a instar a Japón a que asuma su responsabilidad por la matanza de la ciudad de Nankín, donde tropas japonesas asesinaron entre 1937 y 1938 a más de 300.000 personas, según Pekín.
Aunque desde 1945 Tokio ha pedido perdón en varias ocasiones por el «sufrimiento» provocado por sus políticas imperialistas y militaristas de los años 30 y 40, en China y Corea del Sur no se han considerado unas disculpas lo suficientemente sinceras, y Pekín denuncia con frecuencia los abusos de Japón durante la invasión de su territorio antes y durante la II Guerra Mundial.
Por su parte, Obama, que se convirtió en el primer mandatario estadounidense en visitar Hiroshima tras el lanzamiento de la bomba atómica en 1945, dijo hoy que la memoria de las víctimas «nunca debe desaparecer», ya que supone una «esperanza para el futuro» y «alimenta un cambio». (EFE)
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