Marcha por la paz se prolongará hasta este domingo
Cientos de japoneses se manifestaron hoy contra la presencia militar estadounidense en la isla de Okinawa a escasos días de que se celebre el 44 aniversario de la devolución por parte de Estados Unidos de la soberanía del archipiélago a Japón.
La «marcha por la paz», que se prolongará hasta este domingo, día de la efeméride, congregó a unas 700 personas frente a la base militar estadounidense Schwab, en la localidad de Nago (sur), donde el Gobierno japonés planea trasladar la nueva base aérea de Futenma, una decisión a la que se opone la población local.
La actual Futenma, de 480 hectáreas, se ubica en el centro de la localidad de Ginowan, rodeada de viviendas y edificios públicos, y está previsto que se traslade en el futuro a un complejo en Nago, en el norte de la isla, una zona más alejada de los núcleos urbanos.
Sin embargo, los dirigentes locales y la mayoría de ciudadanos de Okinawa se oponen a este traslado, ya que a largo plazo el Gobierno regional aspira a reducir y terminar con la presencia militar estadounidense en la zona.
La tensión en la isla se incrementó el pasado mes de marzo tras la polémica generada por la violación de una mujer nipona por un marine estadounidense en la isla, que acoge a más de la mitad de los cerca de 47.000 efectivos que Washington mantiene en Japón.
Tokio y Washington firmaron un acuerdo en 1996 para trasladar la base de Futenma, precisamente tras el escándalo por la violación de una niña japonesa de 12 años por un soldado estadounidense.
«Tenemos que fortalecer nuestra determinación de no permitir la construcción de una nueva base», señaló hoy durante el acto de protesta el portavoz del Centro de Acción por la Paz de Okinawa, Hiroji Yamashiro, en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.
El domingo 15 de mayo, coincidiendo con el 44 aniversario de la devolución de la soberanía del archipiélago de Okinawa a Japón, tendrá lugar una manifestación en Naha, capital de la prefectura, en la que en años anteriores han participado unas 30.000 personas. (EFE)
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