Salón de Artistas Jóvenes Colombianos de Tokio en el Instituto Cervantes
Veintisiete jóvenes artistas colombianos llevan su visión sobre Colombia a Tokio en una exposición colectiva llena de «colombianismos» y autocrítica que invita a reflexionar sobre la situación actual y la historia del país latinoamericano.
El primer Salón de Artistas Jóvenes Colombianos de Tokio arrancó el martes en el Instituto Cervantes de la capital japonesa con el objetivo de «enfrentar la obra y el crecimiento de los artistas emergentes de Colombia con nuevos públicos», explicó a Efe la comisaria de la muestra, Estefanía Sokoloff.
Elegidos mediante concurso público de entre 105 candidatos, «una cifra increíble para una primera convocatoria», consideró Sokoloff, la exhibición cuenta con «propuestas muy innovadoras que en muchos casos están al margen de las tendencias comunes y corrientes del arte».
Colombia atraviesa una etapa muy interesante a nivel de expansión y crecimiento de las Artes, y cuenta con cinco importantes ferias internacionales con presencia en países de todo el mundo, como la Feria Internacional de Arte de Bogotá (ARTBO) que se celebra en esta ciudad con carácter anual en el mes de octubre, dijo la comisaria.
«Por simple física, las cosas tienen que tener un equilibrio, y cuando ves que el Arte no deja de entrar en Colombia, te das cuenta de que algo tiene que salir de aquí también para mantener un orden», opinó Sokoloff.
Que el primer destino de este «proyecto de emprendimiento cultural» fuese Tokio se debe a que su compañero de equipo, Ricardo Gaitán, vivió algunos años en la capital nipona, donde la muestra permanecerá hasta el próximo 20 de mayo.
El material de la exposición es «impresionante, de mucha calidad, de artistas que están comprometidos con sus carreras», que salen al mercado exterior en busca de mayor reconocimiento y estimular el intercambio entre artistas jóvenes de ambos países, destacó.
Entre estos profesionales se encuentran María Camila Gaviria y su obra «Ropa de trabajo», un collage que representa la indumentaria de los obreros de la construcción hecha a partir de editoriales de periódico que recogen las realidades más fuertes de Colombia.
A través de ella, Gaviria «lleva hasta lo burlesco» afirmaciones como que «lo que se habla de ti termina definiendo lo que eres», mediante la yuxtaposición de dos temas diarios -trabajo y medios de expresión- que tocan la sensibilidad personal y profesional de la artista, explicó la comisaria.
Por su parte, el grafitero Adolfo Molano (Dast), hace en «Llegada» una lectura e interpretación del espacio público y las calles colombianas como un caos programado de texturas, superficies y colores que forman parte de un todo en el que participan los transeúntes.
Viviana Troya también reflexiona sobre la concepción del espacio público y privado, a través de la construcción de vivienda popular en Bogotá.
Asimismo, en «Nuestros dichos», Camilo Ballén plasma refranes típicos colombianos «con humor y sarcasmo» en obras de cartelería, en un reflejo de la costumbre de los colombianos de expresarse de una forma metafórica, y que «te acerca a ellos», destacó Sokoloff. (EFE)
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Para aquellos jóvenes visionarios dentro del arte es una magnifica oportunidad de demostrar también de cual es esa visión contemporánea que posee Colombia en otras partes del mundo adelante con el arte y la representación, la cultura, por otro lado buen post información contextual e informativa, gracias.