El satélite orbita cuatro veces al día la Tierra, pero todavía tiene que confirmar si el aparato está enviando señales
El satélite lanzado el domingo por Corea del Norte ha entrado en órbita con éxito, informó hoy el Ministerio surcoreano de Defensa, que no ha podido verificar, no obstante, si el aparato está funcionando correctamente.
El análisis de Seúl llega dos días después de que Pyongyang lanzara un cohete para poner en órbita el satélite de observación terrestre Kwangmyongsong-4, una acción que la comunidad internacional considera una nueva prueba encubierta de misiles balísticos intercontinentales.
Según las últimas informaciones de Seúl, el satélite orbita cuatro veces al día la Tierra, pero todavía tiene que confirmar si el aparato está enviando señales correctamente y si mantendrá su trayectoria.
El Gobierno surcoreano considera que Pyongyang posee misiles de largo alcance capaces de recorrer una distancia de vuelo de unos 12.000 kilómetros y capacidad para transportar unos 250 kilos de carga útil, según el análisis realizado por Defensa.
El estudio concluye además que el proyectil tenía la misma forma que el cohete Unha-3 que el régimen de Kim Jong-un logró lanzar con éxito en diciembre de 2012, un diámetro de 2,4 metros y una longitud de 30 metros, pero era más pesado.
Según sus informaciones, las tres fases del cohete se separaron exitosamente antes de orbitar el satélite.
Tras el despegue desde la base de Sohae, también conocida como Dongchang-ri, en el extremo noroccidental del país, un destructor de Corea del Sur detectó que la primera fase y su cubierta cayeron en el mar Amarillo y en aguas al suroeste de la isla de Jeju.
El radar surcoreano perdió la señal del proyectil inmediatamente después, pero según las simulaciones de Defensa, se estima que la segunda fase cayó en aguas al este de la isla filipina de Luzón, tal y como Pyongyang tenía previsto.
En cuanto a la tercera fase, está girando en el espacio, pero pronto perderá su órbita y arderá, según indicó Defensa.
Este nuevo éxito podría ser una prueba de que Corea del Norte ha logrado que el proyectil y sus componentes sean más estables y fiables, indicó Seúl.
Las informaciones apuntan, no obstante, a que el régimen norcoreano todavía no ha logrado obtener la denominada tecnología de reentrada, necesaria para que un misil lanzado vuelva a la atmósfera.
Esta tecnología de misiles balísticos intercontinentales (ICBM, por sus siglas en inglés), permite a un sólo cohete el lanzamiento de varias cabezas nucleares de manera simultánea y con diferentes objetivos. EFE
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