Rechazan que Seúl dé el tema por cerrado
Organizaciones de apoyo a las mujeres coreanas víctimas de esclavitud sexual por parte del Ejército de Japón en la II Guerra Mundial criticaron el histórico acuerdo alcanzado por Seúl y Tokio para poner fin a esta larga disputa entre los países vecinos.
La Casa de la Cooperación y el Consejo Coreano para las Mujeres Reclutadas por Japón para la Esclavitud Sexual emitieron en Seúl un comunicado conjunto en el que califican el acuerdo como un pacto diplomático que no obedece a los deseos de los ciudadanos ni de las víctimas.
El acuerdo, suscrito por los ministros de Exteriores de ambos países en una reunión a puerta cerrada en Seúl, contempla las disculpas oficiales de Japón por este episodio histórico y una compensación económica de 1.000 millones de yenes (unos 7,6 millones de euros) para restaurar «el honor y la dignidad» de las víctimas.
Concretamente, incluye las «más sinceras disculpas y arrepentimiento» del primer ministro japonés, Shinzo Abe, para las llamadas «mujeres de confort» obligadas a prostituirse en los cuarteles del Ejército Imperial nipón desde principios de los años 30 del siglo pasado y especialmente al final de la II Guerra Mundial.
Aunque aparentemente el acuerdo satisface las hasta ahora principales reivindicaciones de las víctimas -disculpas «sinceras» de Tokio e indemnizaciones- las citadas ONG lo consideran insuficiente al no obligar al Gobierno japonés a asumir responsabilidades legales.
Los representantes de las víctimas también censuraron que Seúl haya prometido dar el tema por zanjado «de forma definitiva e irreversible» si Japón cumple con lo estipulado en el pacto.
Asimismo, criticaron el punto en el que el Gobierno surcoreano se compromete a promover la retirada de la estatua de una niña colocada por las organizaciones a modo de protesta frente a la Embajada de Japón en Seúl.
De las aproximadamente 200.000 niñas y adolescentes -la mayoría coreanas- forzadas a prestar servicios sexuales a miembros de las tropas niponas en la primera mitad del siglo pasado, hoy solo quedan vivas 46 en Corea del Sur, todas ellas ancianas.
El asunto de las esclavas sexuales ha causado en las últimas décadas frecuentes roces entre Corea del Sur y Japón, convirtiéndose en el principal escollo en sus relaciones bilaterales. (EFE)
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