Hacía más de 140 horas extra al mes y no tenía días de descanso
La compañía Watami, que opera una cadena de izakaya, llegó a un acuerdo con los padres de una empleada que se suicidó por exceso de trabajo para pagarle 133,65 millones de yenes (1,08 millones de dólares) en concepto de indemnización.
Mina Mori tenía 26 años cuando se quitó la vida en junio de 2008, dos meses después de entrar a trabajar en Watami.
La joven era forzada a trabajar más de 140 horas extra por mes, sobretiempo que ni siquiera le pagaban, detalló Japan Today. Mori no tenía días de descanso.
El Ministerio de Salud y Trabajo de Japón reconoció que su muerte estaba relacionada con el trabajo.
En 2013, los padres de la chica entablaron una demanda contra Watami y Miki Watanabe, el presidente de la empresa en aquel momento, exigiendo una disculpa y una compensación de 153 millones de yenes (1,24 millones de dólares).
Al principio, Watami se negó a reconocer su responsabilidad y pidió a los padres de la chica que retiraran su demanda.
Finalmente, la compañía tuvo que admitir que la muerte de Mori se debió al exceso de trabajo y acordó pagar la cifra mencionada. Además, se comprometió a revisar sus prácticas laborales. El acuerdo se llegó fuera de los tribunales. (International Press)
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