Compañía japonesa infló su resultado operativo
Las autoridades niponas planean imponer una multa récord de unos 7.000 millones de yenes (53 millones de euros/56 millones de dólares) a Toshiba por el escándalo de manipulación sistemática de sus cuentas, informó hoy el diario Nikkei.
Se trataría de la mayor sanción impuesta por el regulador financiero de Japón en un caso de falsificación contable, muy por encima de la multa de 1.600 millones de yenes (12 millones de euros/13 millones de dólares) impuesta al fabricante de maquinaria pesada IHI en 2008 por inflar sus resultados el ejercicio anterior.
El departamento encargado de supervisar los mercados de valores, que forma parte de la Agencia nipona de Servicios Financieros (FSA), ha decidido sancionar de este modo a la compañía tecnológica y de infraestructuras nipona tras llevar a cabo una investigación en profundidad sobre el caso.
El regulador ha confirmado que Toshiba llevó a cabo una manipulación sistemática de sus resultados entre 2008 y 2014, y considera que esta falsificación contable tuvo un impacto negativo sobre los inversores, así como una «grave repercusión social», según dijeron fuentes del caso al citado diario económico.
En los últimos siete años, la empresa sobrestimó sus ingresos por ventas en 224.800 millones de yenes (1.680 millones de euros/1.881 millones de dólares), e infló su resultado operativo en 155.200 millones de yenes (1.164 millones de euros/1.303 millones de euros), según los datos ofrecidos por la propia compañía.
El regulador nipón tiene previsto aprobar formalmente la imposición de la multa hacia finales de mes, según el diario Nikkei.
La compañía ha bloqueado unos 8.400 millones de yenes (63 millones de euros/68 millones de dólares) dentro de sus cuentas del ejercicio en curso para hacer frente a posibles sanciones, por lo que el impacto de la multa sobre sus resultados será mínimo, señalaron las mismas fuentes.
Se trata del mayor escándalo de «ingeniería financiera» en Japón desde el de la compañía de óptica e imagen Olympus, que falsificó sus cuentas durante cinco años hasta 2010).
Aquel caso se saldó con una multa para la empresa de 700 millones de yenes (5,25 millones de euros/5,88 millones de dólares) y con penas de cárcel para varios de sus directivos.
Las autoridades niponas descartan por el momento presentar cargos contra los directivos de Toshiba puesto que no cuentan con indicios suficientes sobre su responsabilidad directa en la falsificación contable, señaló el periódico económico nipón.
No obstante, la empresa ha presentado ha demandado a cinco antiguos directivos para reclamarles una compensación por los daños causados.
El expresidente de la empresa, Hisao Tanaka, y otros miembros de su junta directiva dimitieron el pasado 21 de julio a raíz del caso. (EFE)
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