Agradecen generosidad de brasileños que «acogieron con los brazos abiertos» a inmigrantes japoneses
El príncipe Akishino, hijo menor del emperador de Japón, y su esposa Kiko encabezaron hoy en Brasilia, junto al presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, un acto conmemorativo por los 120 años de relaciones diplomáticas entre ambos países.
Los príncipes japoneses, que realizan una visita oficial a Brasil, fueron recibidos en una sesión privada del Congreso Nacional por Cunha y por diputados de ascendencia japonesa.
Después, durante un acto en el plenario de la cámara baja, Cunha repasó la historia de las relaciones diplomáticas entre ambos países, que se inició con la firma de un Tratado de Amistad, Comercio y Navegación en 1895 en París (Francia).
En virtud de ese tratado, Brasil se ha convertido en el país que acoge la comunidad nipona más grande del mundo fuera de Japón, con cerca de 1,9 millones de personas en la actualidad.
El príncipe Akishino, hijo menor del emperador Akihito de Japón, agradeció la generosidad de los brasileños, que «acogieron con los brazos abiertos» a «aquellos primeros inmigrantes que superaron las barreras de las diferencias ambientales, culturales y lingüísticas, acumularon esfuerzos, se integraron en la sociedad local y conquistaron la confianza del pueblo brasileño».
El príncipe también destacó la contribución de la cooperación bilateral al desarrollo socioeconómico de Brasil.
También tuvo palabras acerca de los cerca de 180.000 brasileños de ascendencia japonesa que viven actualmente en Japón.
Cunha destacó, por su parte, que «la presencia de los miembros de la familia imperial japonesa en esta Casa seguramente dignifica y engrandece al máximo el Poder Legislativo brasileño».
El legislador también enalteció y agradeció el valor de Japón por su «excelencia histórica y cultural» y «sus significativas y numerosas contribuciones para el progreso de la humanidad».
El presidente del Grupo Parlamentario Japón-Brasil y diputado por el Partido Progresista (PP) Luiz Nishimori recordó las exitosas relaciones entre ambos países, como en los casos de la siderúrgica Usiminas y el proyecto Carajás de exploración mineral.
«Son apenas algunos de los beneficios que nuestro país ha recibido por medio de ese tratado», recordó el parlamentario.
Según Nishimori, «diversas empresas japonesas han tenido un papel importante en el avance de la industrialización brasileña» y exportan a Brasil tecnología, equipos y automóviles, e importan principalmente materia prima.
La visita oficial de los príncipes a Brasil, que comenzó el pasado 28 de octubre y que concluye el domingo, incluye un encuentro este viernes con la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
Esta es la segunda visita del príncipe a Brasil, ya que la primera la realizó en 1988 con motivo del octogésimo aniversario de la llegada al país del navío Kasato Maru, en el que arribaron los primeros inmigrantes japoneses. (EFE)
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