El futuro es incierto, dicen empresas.
La mayor agrupación sindical de Japón planteará en las próximas negociaciones de primavera subidas salariales de en torno al 2 por ciento, una propuesta que plantea serias dudas a las empresas ante el clima de incertidumbre macroeconómico.
Esta confederación sindical, conocida como Rengo, abandera los buenos resultados corporativos y la subida en los precios de los alimentos para justificar sus demandas, según explicó el presidente de la organización, Rikio Kozu, citado hoy por el diario económico Nikkei.
Rengo ha señalado que pese a que las negociaciones de primavera de 2015 dejaron incrementos superiores al 2 por ciento, el encarecimiento de los alimentos y otros bienes dejó en agosto dicha subida en un mero 0,1 por ciento interanual en términos reales.
Kozu subrayó además que es necesario seguir la tendencia iniciada en 2014, cuando las grandes empresas subieron los sueldos básicos por primera vez en seis años, si se quiere alimentar un ciclo económico de crecimiento que acabe definitivamente con el periodo deflacionario que ha vivido Japón desde finales de los noventa.
El Gobierno nipón ha insistido nuevamente este año en que las empresas accedan a subir las nóminas la próxima primavera teniendo en cuenta el excelente rendimiento de sus balances durante la primera mitad del ejercicio fiscal.
Sin embargo, el sector privado ve cada vez más nubarrones en el horizonte a medida que la producción industrial y las exportaciones se ralentizan al compás de la desaceleración china.
Muchas grandes empresas empiezan a tener exceso de inventario y ya están recortando en gasto de capital mientras evalúan si la etapa de bonanza motivada por la caída del yen está tocando a su fin.
Keidanren, la principal patronal de Japón, ha dicho que cooperará en la medida de lo posible para satisfacer las demandas sindicales y del Ejecutivo.
«Sin embargo, será difícil que las negociaciones arranquen con el convencimiento de que se subirán los sueldos, tal y como se ha hecho los dos últimos años», explicó a Nikkei un miembro de Keidanren.
«La coyuntura económica es diferente (con respecto a las últimas negociaciones de primavera). Ahora el futuro es incierto», dijo por su parte el secretario general de la patronal, Naoto Ohmi. (EFE)
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Los contratistas se quedan con el aumento!! esa es la verdad y el gobierno japonés lo sabe, pero se hace el de la vista gorda. Desde el año pasado leo a Abe habla que habla sobre el bendito aumento salarial y de hecho que ha subido, tanto que no lo podemos alcanzar…
Es una pena que los aumentos salariales que discuten los sindicatos japoneses tooodos los años nunca lleguen a los trabajadores extranjeros.