También busca más inversión empresarial en bienes y equipos
El Gobierno nipón instó hoy a los líderes empresariales del país a activar nuevas subidas salariales y a potenciar la inversión de capital fijo para contrarrestar los efectos negativos de la ralentización china para la economía japonesa.
Este mensaje ha sido la nota dominante en el inicio de un foro público-privado mensual que ha comenzado hoy en Tokio y al que ha asistido el primer ministro japonés, Shinzo Abe.
Varios de los representantes del Gobierno han insistido en sus intervenciones en la necesidad de acometer próximamente una subida salarial como la activada en las pasadas negociaciones de primavera con los sindicatos, donde se aprobaron los mayores incrementos en una década en Japón.
También se ha subrayado cierto descontento desde el sector público por lo que se considera un escaso volumen de inversión corporativo teniendo en cuenta las buenas cuentas de resultados cosechadas en los dos últimos ejercicios merced al abaratamiento del yen que han orquestado el Gobierno y el Banco de Japón (BoJ).
Ante el debilitamiento del sector exportador y de la producción motivado por la ralentización de China, principal socio comercial de Japón, la administración Abe busca ahora potenciar el crecimiento mediante una mayor inversión de las empresas en bienes y equipos y estimulando el consumo interno.
De hecho, la fragilidad que está mostrando la demanda hace temer que la tercera economía del mundo pueda volver a contraerse en el trimestre julio-septiembre, algo que ya sucedió en abril-junio.
En el foro se espera, por otra parte, que los representantes empresariales pidan al Gobierno que acelere la aprobación de varias reformas de tipo regulatorio y nuevos recortes fiscales, especialmente en lo que se refiere al impuesto de sociedades, que aún es de los más altos del mundo desarrollado, según informó la agencia Kyodo.
Este año el Gobierno ya recortó el gravamen del 35 % a en torno el 32 %, un nivel que sigue estando muy por encima del de otros países del entorno como China o Corea del Sur, donde ronda el 25 y el 24 por ciento, respectivamente. (EFE)