Sin embargo, varios dudan de que puedan adaptarse
Una “oleada de trabajadores domésticos extranjeros” se espera en los próximos meses en Japón como parte de los esfuerzos del gobierno nipón para reforzar la fuerza laboral femenina, informó la agencia Kyodo.
A principios de mes, el gobierno estableció directrices para los servicios domésticos brindados por extranjeros en las prefecturas de Osaka y Kanagawa, que exigen a los empleadores contratar a los extranjeros como trabajadores a tiempo completo y pagarles un salario igual o superior a sus pares japoneses. Además, limitan el período de empleo a un máximo de tres años.
La agencia de empleos Pasona Group tiene previsto contratar el próximo enero a unas 50 personas que han completado su formación a través de una agencia local en Filipinas.
Pasona planea recibir a la misma cantidad de personal doméstico cada tres meses a partir de entonces.
Por su parte, Bears, una empresa de servicios de limpieza, prevé reclutar a unas 10 personas procedentes de países como Filipinas y Vietnam ante la escasez de empleados japoneses.
La compañía expresó su deseo de «crear un ambiente de trabajo gratificante para los extranjeros».
Se espera que la fuerza laboral de Japón caiga fuertemente en las próximas décadas, con una población en la que una de cada cuatro personas tiene 65 años o más, proporción que para 2060 alcanzará el 40 %.
A esto hay que añadirle que aproximadamente el 60 % de las mujeres abandonan sus puestos de trabajo tras dar a luz a su primer hijo.
Para atenuar los efectos adversos de la disminución de la población, el gobierno se ha propuesto que unas 2,73 millones de mujeres que desean trabajar pero no pueden debido a diversas razones puedan hacerlo.
La Cámara Americana de Comercio en Japón (ACCJ) ha solicitado al gobierno japonés que relaje las políticas de inmigración para permitir que los trabajadores extranjeros puedan formar parte de la fuerza laboral en tareas domésticas.
Muchas mujeres japonesas dejan de trabajar por «una combinación de expectativas culturales para que sea una madre a tiempo completo, y la falta de políticas que apoyen adecuadamente a las madres que trabajan o que tienen que cuidar a personas mayores», afirma la ACCJ.
Más del 60 % de las madres que trabajan pasan una media de cuatro horas al día en tareas del hogar y el cuidado de los niños después de las horas de trabajo. Tomando en cuenta este dato, la ACCJ indica que los trabajadores domésticos extranjeros podrían «aliviar significativamente la carga de trabajo».
Sin embargo, las barreras culturales podrían lastrar o entorpecer la iniciativa del gobierno, advirtió Kyodo.
Japón ya ha adoptado enfoques similares para enfermeros y cuidadores de salud a través de acuerdos de asociación económica con Indonesia, Filipinas y Vietnam. Sin embargo, las barreras del idioma han afectado considerablemente al programa.
La empresa de servicios de limpieza, Duskin Co, que contrata a estudiantes extranjeros como personal a tiempo parcial, cree que será difícil cumplir con las necesidades del cliente sin un alto nivel de manejo del idioma japonés.
Rieko Ueda, presidenta de Mothernet, una empresa que brinda servicios de limpieza y cuidado de niños a madres trabajadoras, duda de que los extranjeros puedan adaptarse a las costumbres japonesas. (International Press)